Lucha Libre desde la Filosofía
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Por Emanuel Rojas Guzmán
LuchArte, un festival de lucha libre desde diversas disciplinas se llevó a cabo el pasado fin de semana en Coatepec exposiciones de pintura, escultura, fotografía, además de una colección de souvenirs y conferencia en Casa de Cultura abordaron desde varias aristas al pancracio. Más allá de ver a dos hombres o mujeres sobre el ring, es un espectáculo que conserva tradiciones antiguas.
El Maestro Andrés Rogelio de la Mora, filósofo, disertó sobre la lucha libre, apoyado en sus investigaciones filosóficas, resalta aspectos que definen a la lucha libre y nos hacen reconocerla a simple vista, sin embargo, él nos apunta al otro lado de la moneda.
La palabra clave fue arquetipo, sin ella no comprenderíamos lo que es la lucha libre. Un arquetipo es el modelo original de lo que se quiere simbolizar. Es la lucha eterna entre el bien y el mal, el ying y el yang, lo obscuro y lo blanco, los Rudos y los Técnicos. Todo personaje en la lucha libre es una representación ficticio o real que encarna alguno de estos dos bandos, es ahí donde nace su verdadera magia, al hacernos sentir dentro de la lucha interminable del universo.
La vestimenta de los luchadores ha sido siempre enigmática ante el público espectador, Rogelio nos cuenta que la ropa asemeja incluso personajes mitológicos de gran carga cultural en México e incluso del mundo. Tenemos seres que incluso parecen venir del inframundo y algunos otros que son enviados del cielo o que son místicos. La máscara, sin duda alguna, termina por caracterizar a estos personajes haciendo que la identidad oculta de los luchadores nos permita adentrarnos más, tanto a ellos como a nosotros, al rol que quieren emular. Arquetipos
También nos contó acerca de los Rudos y de los Técnicos, de sus características en el ring, y fuera de él. Los Rudos utilizan un estilo de pelea sucio y descarado, sin piedad ante el rival y siempre son feroces o malvados, aquí incluso se puede notar que la mayoría utiliza modelos de nombres que tienen que ver con la maldad, con la decadencia y con el infortunio, “siniestro”, Black Shadow, o el legendario Blue Demon. Por su parte, los técnicos, son aquellos luchadores que defienden al mundo de aquella maldad de los rudos, son los héroes y su estilo de pelea está muy fabricado, son bondadosos y tienen piedad de su enemigo como el “Santo”.
Si algo comprendí aquel domingo es que la Lucha Libre NO es violencia, es más bien un espectáculo, donde dos gladiadores escenifican una ficción con sus cuerpos, fuerza y habilidades ante un público expectante que hace de esos personajes ídolos a los que sueña emular, aquellos deportistas enmascarados realmente existen y que son tan reales como uno mismo.