MANCHA DE LA MUERTE EN EL GOLFO
MANCHA DE LA MUERTE EN EL GOLFO
Por Aurelio Contreras Moreno
Aunque la intensidad de su cobertura mediática ha
disminuido, la mancha negra de petróleo crudo derramado en el Golfo de México
el pasado mes de julio desde una plataforma de Petróleos Mexicanos se sigue
extendiendo, provocando un daño inmenso al ecosistema entero de las costas del
Atlántico mexicano.
Este martes, el portal informativo tamaulipeco
Elefante Blanco dio a conocer que la mancha de hidrocarburos derramada en la
Sonda de Campeche ya está presente en el norte del país, contaminando los
litorales entre Veracruz y Tamaulipas.
De manera similar a como ya se había reportado
que sucedía desde hace dos semanas en playas del municipio de Agua Dulce, en el
sur de Veracruz, ahora se registra en el norte de la entidad, en Pueblo Viejo,
municipio que colinda con Tampico.
Solo en el área conocida como Playa Escondida,
se contabilizaron al menos siete montículos con chapopote con un tamaño
promedio de entre 80 y 100 centímetros, así como trozos de crudo y crudo
derretido por el calor.
El reporte de Elefante Blanco señala que al
menos 135 metros lineales de arena es la zona afectada por la presencia de crudo únicamente en el
límite entre Tamaulipas y Veracruz. Pero los restos de crudo ya afectaron
también las playas de Tepehuajes, en
el municipio de Soto la Marina; Bagdad, en Matamoros; y Miramar, en Ciudad
Madero, de acuerdo con la Subsecretaría de Medio Ambiente de Tamaulipas.
En el mes de
julio, cuando se registró el derrame de crudo en el Golfo de México -que en ese
momento ya se extendía por cerca de 500 kilómetros en el mar-, se encontraron
cerca de 20 tortugas muertas en las playas de Agua Dulce y cinco kilómetros del
litoral estaban contaminados con restos de hidrocarburos. ¿De qué tamaño será
la afectación a la vida marina con una mancha que ya llegó incluso hasta la frontera
con Estados Unidos?
Petróleos
Mexicanos calla criminalmente ante un desastre ambiental que es su responsabilidad
directa. De hecho, desde que se denunció el derrame lo pretendió minimizar,
acusando “mala fe” en las estimaciones hechas por expertos a partir de imágenes
satelitales y mintiendo descaradamente, al asegurar que el hidrocarburo vertido
al océano era el equivalente a unos
365 barriles de crudo y que solo se afectó un área de 0.06 kilómetros.
La responsabilidad
en este crimen ecológico también es de la cabeza del sector, que no es otra que
la secretaria de Energía Rocío Nahle García, quien desde hace mucho anda más ocupada
haciendo grilla en Veracruz con sus
operadores electorales –“mapaches”, también se les dice- e intentando que la
refinería de Dos Bocas produzca aunque sea una gota de gasolina para poder
venir a hacer campaña por la gubernatura.
Mientras tanto, no
solo se está exterminando la flora y fauna del Golfo de México, lo que de por
sí ya es bastante grave. Se está atentando contra la economía de miles de
familias que viven de la pesca y el turismo en por lo menos cuatro estados del
noreste y sureste mexicano.
Se trata de una
tragedia cuyos efectos no tardarán en sentirse en la vida de los habitantes de
toda la región. ¿Quién va a resarcir los daños? ¿Quién va a pagar por las
consecuencias?
Otro ecocida
No es que nos
extrañe. El gobierno de Veracruz se busca pasar de listo y echó a andar de
nuevo las obras de construcción del puente vehicular en la salida a Puebla con engaños,
pues aunque en dos procesos le dieron luz verde, uno de los amparos sigue
vigente y simplemente hicieron como que no saben.
Pero si el
gobernador es capaz de minimizar la muerte de tortugas ahogadas en petróleo en
el sur de Veracruz, ¿qué podrían importarle los árboles de su ciudad natal?
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras