La Otra VersiónPLUMAS DE COATEPEC

MARCHAS, PLANTONES Y ACARREADOS

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MARCHAS, PLANTONES Y ACARREADOS

René Sánchez García

Los ya famosos fraudes electorales en México, que permitieron en su momento dar la victoria a Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, para ocupar la presidencia de la república, fueron avalados por el Instituto Federal Electoral, ya sea por medio de la caída de los sistemas computacionales o por la negación a abrir de nuevo los paquetes electorales impugnados, a fin de realizar de nuevo el conteos de votos que solicitaban los partidos afectados y parte de la ciudadanía inconforme.

Aquella tibieza y complicidad de los órganos electorales oficiales, permitió trabajar arduamente por una nueva democracia participativa en México. Fueron muchos años de lucha para construir algo más eficaz, verás y certero, que no se prestara a ninguna duda en el futuro electoral. Nació allí el ahora Instituto Nacional Electoral, acompañado de una gran estructura judicial y administrativa a lo largo y ancho de todo el país y que tiene un costo económico bastante alto, al que hay que sumarle lo que reciben todos y cada uno de los partidos políticos en tiempos de campaña.

Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder y la Cuarta Transformación, a partir de 2018 a la fecha, se han venido haciendo serios recortes económicos a dependencias y programas de gobierno, con la finalidad de terminar con la corrupción y así con los ahorros obtenidos realizar algunas magnas obras, beneficiando además mediante apoyos económicos a miles de estudiantes, campesinos, trabajadores y principalmente a las personas con discapacidades y de la tercera edad, que desde años atrás permanecían en el total de los olvidos. Asunto anterior que no ha sido muy bien visto por ciertos sectores de la sociedad.

Un grupo de mexicanos cuestiona los recortes económicos al INE, pues consideran que junto con la Reforma Electoral que propone el Ejecutivo, vulneran la democracia que tantos años les ha costado construir. Por ello, bajo el lema de que “El INE no se toca”, la semana antepasada emprendieron una serie de marchas y plantones en varias ciudades del país y en especial en el monumento a la Independencia en la Ciudad de México. De inmediato y como respuesta a dicha acción, el presidente en su conferencia mañanera convocó a otra marcha. Como era de esperarse, los primeros dijeron que se trata de una confrontación o bien de una medida de fuerzas callejeras, según los comentaristas de los medios informativos.

Pero igual se aclaró, que la marcha del próximo domingo convocada por AMLO es para festejar el cuarto aniversario de la Cuarta Transformación de México y no contra el INE. El modelo de pelea sin violencia por ganar las calles o medir fuerzas es una copia renovada de lo que hacía el PRI en sus años de poder absoluto. No hay nada de que temer, ni nada de que sorprenderse, se trata de la misma desgastada fórmula de llamar la atención del pueblo y así no pensar en los verdaderos problemas nacionales.

sagare32@outlook.com