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“Marta 254” es una “extraña mujer”, según su violador Manuel Huerta

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“Marta 254” es una “extraña mujer”, según su violador Manuel Huerta

Por Edgar Hernández*

¡A la par sus raterías con su cómplice Juan Francisco Ixba!

Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien se ostenta como Delegado Federal de Bienestar, por el solo hecho de haber sido acusado por  “Martha 254”, de ultraje y violación, debe renunciar –tal como se le recomendó en México- para dar paso a las investigaciones ministeriales.

Y es que a la 4T le resulta incomprensible que la legalidad por la que tanto lucharon antes de llegar al poder, Manuel Huerta ahora la maneja a conveniencia.

Defensores pagados –una decena de sedicentes “periodistas” lamehuevos- se han dado a la tarea de denostar a la ofendida y violentada sexualmente a quien no bajan de exhibicionista y farsante buscando orientar su conducta ante la opinión pública de manera similar a la de una prostituta.

Manuel Huerta no le perdona a Martha “N” o “254” –el número se debe a la causa ministerial 254/2000 levantada ante la Fiscalía del estado- que lo haya denunciado a pesar de los ofrecimientos monetarios que le hizo.

Tampoco que hayan salido a la luz pública sus fechorías que datan de tres décadas cuando empezó a trabajar como porro al servicio primero de los alcaldes de Xalapa, luego como golpeador al servicio de los gobernadores.

Siempre enquistado en la UV, siempre al lado de la protesta fascista disfrazada de izquierdismo, Huerta Ladrón de Guevara hoy aspira a ser gobernador en 2024.

Y para lograr su objetivo le estorba esa necedad de justicia de parte de “Martha 254”. Le disgusta la denuncia y el relato que presentó ante la Fiscalía General del Estado.

“El 22 de septiembre de 2019, por la mañana, recibí una llamada del Delegado de Bienestar, Manuel Huerta, quien me hizo una invitación para ir a comer, posteriormente, alrededor de las 14 horas, llegó a mi domicilio para recogerme y llevarme en su vehículo con la confianza de ir a comer”.

“En el trayecto, Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara me dijo que, por ser una figura pública, le era difícil salir a comer a cualquier lugar por la exposición a los medios de comunicación y que me llevaría a un lugar más discreto, donde no hubiese tantos curiosos”.

Prosigue en el relato firmado ante la Fiscalía:

“Esto me puso nerviosa, pero confiando en que era un político muy conocido, pensé que no habría por qué desconfiar de él. En un principio, el plan era comer en un restaurante fuera de la ciudad de Xalapa, por lo que tomó la avenida Lázaro Cárdenas y pasando Las Trancas, tomó el carril de la derecha y dio la vuelta abajo del puente para dirigirse a la Central de Abastos, pero de inmediato se metió al Motel Khroma, ubicado en la Carretera Federal Xalapa-Veracruz, en la Colonia El Olmo”.

En ese momento Martha entró en pánico. Estaba nerviosa y preocupada.

“Ingresé al baño del cuarto del motel, pues ya veía las intenciones de Manuel Huerta y al salir, él ya se encontraba desnudo sobre la cama, percatándome de que tiene una enfermedad en las piernas, parecida al psoriasis”.

Los minutos se hicieron eternos. El miedo que tenía de ser amenazada se hizo realidad, al decirle Huerta Ladrón de Guevara:

“No te hagas pendeja, si ya sabes a lo que venimos y de todas formas vas a ser mía o qué, a poco crees que todo en esta vida es gratis, si quieres algo, mejor gánatelo dándome las nalgas…”.

Todo ello al tiempo que empezó a amenazarla psicológicamente, “que sabía dónde vivía”, “que tenía mucho poder” y “que iría en contra de mi familia” y que la desprestigiarla ante la opinión pública, amigos y familiares, así como movería influencias para correrla de su trabajo, pues “yo tengo muchos amigos”.

Concluye Martha:

“Si no aceptaba la aberrante propuesta de tener relaciones sexuales con él, no sólo no me iba a ayudar como él me comentó, sino que haría lo posible para que yo perdiera mi trabajo, porque él tiene trato directo con el Presidente de la República, con el Gobernador del Estado y que sería muy fácil hacer que yo me quedara sin trabajo, acto seguido se levantó de la cama para sujetarme y golpearme”.

“En esos momentos me sentí completamente aterrada por lo que estaba sucediendo y desafortunadamente mi única reacción fue quedarme callada e inmóvil pues tenía tanto miedo que en caso de resistirme me fuera peor dada la diferencia física entre mi atacante y yo. Es así que Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara, sin mi consentimiento y por la fuerza me violó, llegando a eyacular”.

Es el relato demoledor de una mujer atropellada por Huerta quien en un dejo de arrogancia la califica de “extraña” y trata de distorsionar su historia al tacharla de “loca” o justificándose con “el que nada debe nada teme”.

La realidad apunta a que este Don Juan de Naolinco, ya no quiere que le recuerden el caso Martha, ni el de su secretaria Guadalupe Saldaña que encabeza la red de prostitución de su oficina, ni las orgias y francachelas, ni el regaño de López Obrador en su última visita, el desmarque de Rocío Nahle o esa adjetivación despectiva permanente que tiene contra toda mujer que se le acerca.

Huerta debe dejar el cargo y presentarse ante la autoridad correspondiente esclarecer los hechos.

Tendrá también que rendir cuentas de la oficina que encabeza ya que existe la seria sospecha de desvíos millonarios y complicidades con el panista Juan Francisco Ixba Hernández, su socio en negocios, recorridos y reuniones públicas y privadas en donde los “bisnes” terminan en borracheras y orgías.

Lo de Ixba Hernández para acabar pronto, se remite a engatusar a la gente necesitada de vivienda, créditos fondos perdidos y apoyo a pequeñas empresas mediante un “moche” que oscila entre los 10 mil y 50 mil pesos y una vez que se otorga el apoyo financiero federal éste se deposita a las empresas ILCO Constructora, Financiera Alfin y en cuentas privadas de funcionarios de las dependencias arriba citadas.

El dinero nunca se entrega.

 Son negocios turbios que han provocado el quebranto financiero de 800 personas de Angel R. Cababa, Catemaco, Cosoleacaque, Hidalgotitlán, Minatitlán y Soteapan, así como una veintena más de municipios.

Cuidado pues, con el depredador sexual y del patrimonio del “pueblo bendito”.

¡Cuidado con el Ladrón… de Guevara!

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo