Mejorar el servicio público

Linda Rubí Martínez Díaz

Hola amigos lectores, les saludo con el cariño de siempre. En administración pública se habla de eficiencia y eficacia como formas de desempeño que, en otro tiempo, estaban reservadas a las empresas y al sector económico. Sin embargo, con la introducción de la nueva gerencia pública, se comienza a vislumbrar la necesidad de que el desempeño de las organizaciones públicas tenga un impacto real y no solo se reduzca a una maquinaria burocrática.

Por ello es importante que repensemos el trabajo de las instituciones públicas, las cuales deben generar mecanismos y operaciones desde el impacto positivo y duradero, incluyendo el ahorro de recursos y su mejor aplicación. No estamos ya para argumentar falta de conocimiento y mucho menos permitir la incorrecta aplicación a costa de las mayorías. Nuestro estado es un claro ejemplo de ineficiencia sistemática y una muestra de lo que no podemos seguir solapando.

La nueva forma de administrar recursos públicos va de la mano con una participación de la ciudadanía, la cual vigile el ejercicio de los servidores públicos pero que también influya en la agenda institucional. En este sentido, debe basarse no solo en los procesos administrativos sino en los resultados. Hacia allá apunta esta tendencia, a pensar en los fines como más importantes que los medios, a atacar las causas de los problemas sociales y no los efectos, que no van directo a su raíz.

Ahora que inicia un nuevo ciclo en nuestro estado, es preciso decir que esperamos que se dignifiquen las instituciones que tanto necesitamos se fortalezcan. No importa el partido que gobierne o que legisle, pues de lo que se trata es de recuperar el rumbo hacia un Veracruz que progrese para todos.

Nos leemos la próxima, que Dios los bendiga.