¿Mexicanos sin valores?
La otra versión:
¿Mexicanos sin valores?
Por René Sánchez García
Si algo existe en demasía en México es la pobreza. De acuerdo con los censos nacionales, las estadísticas oficiales gubernamentales y con las estimaciones de los organismos internacionales, millones de familias mexicanas se encuentran hoy entre los rangos de pobreza y pobreza extrema, lo que significa que hombres, mujeres y niños no tienen lo mínimamente necesario para subsistir en cuanto se refiere a la alimentación y la salud.
El caso sucedido en el estado de Hidalgo hace dos semanas es un claro ejemplo de esta situación de pobreza. Como todos sabemos ya, gracias a los medios de comunicación, existen cientos de tomas clandestinas de combustibles, mismas que son “ordeñadas” por miles de personas, que declaran lo hacen para obtener un pequeño ingreso económico que alivie un poco la situación en la que sobreviven.
Estos hombres, mujeres y niños ordeñadores que nuestra sociedad ha calificado como huachicoleros, comandados por personas dedicadas a la compra de estos combustibles pertenecientes a Petróleos Mexicanos (PEMEX), ahora están sufriendo un terrible dolor al ver sido testigos de la explosión de un ducto en la comunidad de Tlahuelilpan, que trajo como desgracia más de 80 pérdidas humanas calcinadas y decenas de heridos con quemaduras graves.
Las familias de estos hombres, mujeres y niños fallecidos están exigiendo una fuerte indemnización al gobierno federal, se habla de 10 millones de pesos para cada una de las familias en desgracia. El Gobierno de la República mediante un gesto humanitario se ha comprometido a sufragar los gastos de defunción y hospitalización de cada uno de los fallecidos. Este asunto ha traído como consecuencia en las redes informativas y de comunicación una fuerte controversia. El 90% menciona que el Estado no tiene por qué pagar indemnización a las familias y el restante 10% que sí debe de hacerlo por tratarse de gente humilde.
Todos lamentamos las muertes y la situación de salud de los sobrevivientes, son seres humanos y merecen la ayuda de nuestros compatriotas. No se sabe de qué manera responderá el Estado ante la exigencia de la indemnización económica. Lo cierto es que no sabemos el grado de responsabilidad de estos huachicoleros, pues ellos sólo responden a las exigencias y amenazas de grupos poderosos, que no conformes con robar combustibles en los ductos, también se llevan petróleo crudo de las plataformas desde hace más de 30 años, sin que se castigue a nadie.
Realmente se necesita de mucho valor para abrir válvulas, guardar y transportar la gasolina en tambos, tenerla en los hogares con el peligro de un incendio, no respetar las indicaciones de PEMEX, Protección Civil y el Ejército, y por ello tan solo recibir 5 o 6 pesos por cada litro robado. O bien, tener el valor de enseñar a la esposa, los hijos, nietos, sobrinos y demás familiares, que una de las maneras más cómodas de no trabajar y obtener recursos es precisamente robando. Sí así son las cosas, nadie sabe qué tipo de mexicanos, nosotros los adultos estamos formando para el futuro.
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