MÉXICO Y LA OBESIDAD INFANTIL
MÉXICO Y LA OBESIDAD INFANTIL
· Problema
multifactorial vinculado al medio ambiente
De
acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el sobrepeso y la obesidad en México son un problema que se presenta desde la primera infancia, es decir, entre 0 y 5 años,
situación que favorece el sobrepeso
durante el resto de su vida y los
pone en riesgo de sufrir enfermedades
circulatorias, del corazón y de los riñones, diabetes, entre otras.1
De
igual forma, el organismo internacional destaca que dentro de las causas principales de la obesidad y el
sobrepeso en niñas y niños son el
consumo de alimentos procesados con altos niveles de azúcar, grasas trans y sal, así como de bebidas azucaradas que son muy fáciles de adquirir por su amplia distribución, bajo costo y
su promoción en medios masivos. Así
como la disminución de su actividad física.
No
obstante que las causas mencionadas anteriormente son contundentes, en el
estudio titulado “Obesidad infantil y
medio ambiente”2 elaborado por el Dr. Albino Barraza
Villarreal y las Dras. Julia Blanco
Muñoz y Leticia Hernández Cadena del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) se señala que los
incrementos en obesidad infantil no han podido explicarse solo por estos factores sino que las exposiciones a sustancias químicas en etapas tempranas de la vida han cobrado importancia para explicar este problema.
La
investigación hace referencia a los riesgos a la salud que origina la obesidad
infantil en México y al papel que juegan las exposiciones ambientales en su desarrollo, específicamente los llamados disruptores endócrinos que son químicos o mezclas de químicos que interfieren con el comportamiento normal hormonal3.
De acuerdo con esta investigación:
· La exposición temprana a estos disruptores
endócrinos o sustancias químicas tales
como los ftalatos, bisfenoles, metales pesados y plaguicidas tienen la capacidad de atravesar la barrera placentaria y ocasionar desórdenes metabólicos pues imitan las hormonas responsables de controlar
el balance de energía en el organismo, afectando también la labor de la insulina; estos efectos podrían explicar
la predisposición a una mayor ganancia de peso en etapas posteriores al nacimiento y al desarrollo de sobrepeso u obesidad en etapas más tempranas de la vida.
Estimaciones
actuales indican que más de ocho millones de libras de bisfenol A (BPA) se producen anualmente y que alrededor de 100 toneladas de esta sustancia se libera a la atmósfera cada año.
Derivado
de lo anterior, uno de los retos más importantes es detener el uso indiscriminado y a gran escala de estas sustancias, ya que son ampliamente
utilizados en una gran variedad de
productos de uso diario, incluidos los juguetes, cosméticos, champús, jabones, lubricantes, equipos médicos, medicamentos, pinturas, envasado
de alimentos, estabilizadores y en la
fabricación de productos para bebés como biberones.
La
investigación concluye que, aunque es difícil probar la relación causal entre exposición a estas sustancias y la obesidad infantil, las evidencias son lo
suficientemente fuertes como para tomar medidas para reducir la exposición a las mismas, como una medida protectora.
Finalmente, se recomienda ampliamente modificar y/o sustituir las principales sustancias químicas que se utilizan por otro tipo de materias primas que sean más amigables con el medio ambiente, menos
tóxicas y que disminuyan el riesgo
de efectos altamente dañinos en la población humana, especialmente en los grupos más vulnerables como son las mujeres embarazadas y los niños.
EN MÉXICO
• 2 de cada 5 niños mayores de 5 años presentan sobrepeso u obesidad.
• Se
presenta una difusión exacerbada sobre la venta y consumo de alimentos chatarra y comida rápida.
• Hay
una falta de concientización sobre exposiciones ambientales en etapas críticas del desarrollo (embarazo y primera infancia).
• Se recomienda promover la generación de normas que regulen las exposiciones
ambientales derivadas de productos contaminados como los disruptores endócrinos o su sustitución por sustancias o
productos menos dañinos.
• Es necesario promover la difusión de estrategias de prevención y promoción a la salud relativas con exposiciones ambientales en etapas críticas del desarrollo.
FUENTE: INSTITUTO NACIONAL DE SALUD PÚBLICA
2 INSP. (2021). Obesidad infantil y medio ambiente. https://insp.mx/assets/documents/webinars/2021/CISP_Obesidad_medioambiente.pdf
3 OMS. (2012). State of the science of endocrine disrupting chemicals 2012. https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/78102/WHO_HSE_PHE_IHE_2013.1_eng.pdf