MI COMPADRE QUERIDO
Otoño de 1961. Finalmente el esperado domingo llega; muchos puenteños hacen sus compras por la mañana; las nubes, no tan altas, motean el azul del cielo y no existe alguna expectativa de lluvia. El programa está anunciado para las dos treinta de la tarde. Poco antes de la una, el deportivo López Mateos de Coatepec, empieza a registrar sus primeras entradas con la probabilidad de que haya lleno completo. Este partido, mucho tiempo atrás anunciado, se espera con ansias; el compromiso que hizo el mánager Gaudencio “Güenchi” Contreras con los dirigentes del ingenio del Modelo, se tiene que cumplir. El equipo de Cardel, llega con su título de campeón de la liga de Sotavento, identificada por alojar a peloteros de liga mexicana que, de regreso a sus lugares de origen, no les cae nada mal ganarse un extra al reforzar a equipos amateurs. Ese es el caso de los azucareros, que arriban en un autobús distinguido con un banderín al frente con el nombre de “El Modelo”.
Pascual Ojeda, con micrófono en mano, anuncia por el sonido local a sus patrocinadores. Juan Cuevas Alba, al lado del cronista Pepe Acosta, se arranca con el line up del equipo visitante, y es así como menciona a Dimas Pérez, a Cruz Domínguez, a Merino, al Carnitas, a Pancho Ramírez, Antonio Nasar y al astro de pitcheo, el “Pellejos”, todos con gran experiencia y estampa de “pelotero caro” que, con desaire se mofan de los chamacos del Puentes cuando éstos, jugando como locales, saltan al terreno. Don Evaristo Acosta el famoso “Cacala”, advierte a sus paisanos que no se rían porque se pueden llevar sorpresas.
La afición anima al anuncio del cuadro puenteño. En las paradas cortas y primero en el orden, Arturo Díaz; en el jardín izquierdo y segundo bat, Amancio “Loquillo” Contreras. Retumbante ovación al tercero en batear, Héctor “Cocoliso” Cano, que alegre trota hacia la primera base; calentando de receptor y cuarto tolete, Rogelio “Roca” Carmona; el quinto bateador Román “Zurdo” Díaz, acelera hacia el jardín central. Sexto con el madero y segunda base, Francisco “Pancho” García. Ocupa la tercera y séptimo al bat Miguel “Pato” Ortega, seguido del octavo bateador y jardín derecho Rogelio “Cócoro” Peredo. Calienta en la loma de los disparos el noveno en el orden y serpentinero Octavio “Pavo” Carmona.
El Pellejos y Pavo Carmona enfrascados en tremendo duelo de pitcheo; están cero cero y toca batear al Puentes la parte baja de la octava. Abre Cócoro con hit y avanza a la segunda con sacrificio de su pitcher para el primer out. En el pentágono Arturo Díaz que, en cuenta de dos bolas y un strike se embasa con sencillo corto y avanza corredor a la tercera. El turno es para “el Loquillo” que, con las esquinas ocupadas, saca elevado al cuadro y es out por regla. En la caja de bateo con two out, Héctor Cano ve pasar las dos primeras bolas y al tercer lanzamiento saca línea seca a lo profundo del derecho y el central y con tremendo triple, produce dos carreras. Para que se acabe de desmoralizar el equipo contrario que, ya no ríe, Roca Carmona con doblete produce la tercera carrera y adiós Pellejos. Con el desborde de la afición, el Pavo saca en fila los tres outs. En ocho entradas y media el final indica tres a cero. Héctor Cano, con ese poder que tiene en las muñecas, es cargado en hombros por sus coequiperos, y una vez más se viste de héroe, y ve la Gloria.
Verano de 2018. Todo lo que empieza, termina. Domingo 5 de agosto, tres de la tarde, bajo torrencial aguacero, Don Héctor Cano, es cargado por sus hijos y llevado a su última morada. Mi compadre querido, está en la Gloria.
Derramo lágrimas y expreso mi más sentido pésame para toda la familia.
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz.
Escuche la versión de audio en la voz del «Jarochito»:
