MILES DE MILLONES EN OBRAS INEFICIENTES
MILES DE MILLONES EN OBRAS INEFICIENTES
·
Los famosos Programas Prioritarios de Inversión
·
¿Realmente estamos construyendo lo que necesitamos?
·
¿Quién se beneficia realmente de todo esto?
Por Miguel Ángel
Cristiani G.
En un mundo donde el
dinero parece fluir como agua, las inversiones en infraestructura se han
convertido en el pan de cada día. Pero, ¿realmente estamos construyendo lo que
necesitamos? Aquí, en este rincón de la realidad, nos proponemos desmenuzar la
situación de los programas prioritarios de inversión en obras que, a primera
vista, parecen ser la panacea, pero que, en el fondo, podrían ser solo un
espejismo.
·
La Gran Promesa de la Infraestructura
Los programas de
inversión masiva siempre han sido presentados como el camino hacia la
prosperidad. Se nos dice que cada tren, refinería, aeropuerto, puente, cada
carretera, cada escuela nueva es un paso hacia el futuro. Pero, ¿quién se
beneficia realmente de todo esto? ¿Es el ciudadano común o, quizás, un selecto
grupo de contratistas que se frota las manos con cada licitación?
Obras que Prometen,
pero No Cumplen
Analicemos algunos
de estos proyectos que se presentan como prioritarios. La construcción de un
nuevo aeropuerto en medio de la nada, por ejemplo. Se invierten miles de
millones, y al final, los aviones vuelan a otros destinos. ¿Y qué pasa con los
empleos prometidos? En realidad, los únicos que parecen aterrizar son los
sobrecostos y la corrupción.
La Eterna Historia
de los Sobrecostos
¿A quién no le ha
pasado? Te dicen que un proyecto costará X y, de repente, termina costando 3X.
Tres veces más y no funcionan. La historia se repite. Las obras se convierten
en un pozo sin fondo. La justificación es siempre la misma:
«Imprevistos». Sin embargo, los únicos imprevistos que parecen no
faltar son los que benefician a los mismos de siempre.
La Mística de la
Eficiencia
A menudo escuchamos
el término «eficiencia» en las presentaciones de estos proyectos. Se
habla de métodos innovadores, de tecnología de punta. Pero, al final del día,
parece que la eficiencia es un concepto tan etéreo como un sueño. Las obras se
retrasan, los costos se disparan y, en el mejor de los casos, lo que se entrega
es un monumento a la ineficiencia.
·
Los Beneficiarios Ocultos
Hablemos de quienes
realmente se benefician de estas inversiones. Los grandes contratistas, esos
que tienen la habilidad mágica de aparecer en todas las licitaciones. Esos que,
a pesar de los fracasos, siempre tienen una nueva oportunidad. Y, por supuesto,
no olvidemos a los políticos que, tras cada inauguración, se aseguran de tener
su foto en primera plana acompañando al mandatario en turno.
La Corrupción como
Parte del Paquete
La corrupción se ha
convertido en un compañero de viaje en el mundo de la construcción. Es como un
ingrediente secreto en una receta que nunca se revela. Los contratos son
inflados, los materiales son de baja calidad, y las obras, en lugar de ser un
legado, se convierten en una carga.
·
El Ciudadano: ¿Solo un Espectador?
Mientras tanto, el
ciudadano común observa. Se entera de las obras a través de titulares
rimbombantes y promesas vacías. ¿Qué obtiene a cambio de su paciencia y sus
impuestos? Una carretera llena de baches, un puente que se cae a pedazos, una
escuela que nunca se construyó, un hospital sin terminar ni con el equipo
necesario.
La Desilusión
Colectiva
La desilusión se
siente en el aire. Las expectativas han sido tan altas que ahora parece que
solo hay espacio para la frustración. La gente comienza a preguntarse: ¿dónde
está el dinero? ¿Por qué seguimos pagando por obras que no se terminan o que no
sirven?
·
Propuestas de Solución: ¿Una Ilusión?
En medio de este
caos, se presentan propuestas para mejorar la situación. Nuevas leyes, más
transparencia, mecanismos de control. Pero, ¿realmente alguien cree que esto
cambiará algo? Es como poner un curita en una herida abierta.
La Necesidad de un
Cambio Radical
Lo que se necesita
es un cambio radical. Una reestructuración total de cómo se manejan estos
proyectos. Pero, claro, eso implicaría poner en jaque a los que se benefician
del sistema actual. Y eso, amigos lectores míos, es un sueño que parece
imposible.
·
Conclusiones: ¿Hacia Dónde Vamos?
Al final del día,
Pancho López el filósofo xalapeño-ateniense asegura que nos queda una pregunta
fundamental: ¿hacia dónde vamos con todo esto? Miles de millones se están
invirtiendo en obras que, en el mejor de los casos, son ineficientes. La
promesa de progreso se convierte en una broma de mal gusto.
Un Futuro Incierto
El futuro es
incierto. Mientras seguimos viendo cómo se desvían los fondos y se malgastan
los recursos, lo único claro es que el ciudadano seguirá siendo el que pague el
precio de esta ineficiencia. Quizás, algún día, despertaremos de este letargo y
exijamos cuentas.
El Último Mensaje
Así que, la próxima
vez que escuchen sobre un nuevo programa de inversión, piensen en lo que
realmente hay detrás. Pregúntense: ¿quién se beneficia? Porque en este juego,
los verdaderos ganadores suelen estar ocultos detrás de una cortina de humo. La
construcción de un futuro mejor no debería ser un negocio, debería ser una
responsabilidad. Pero, por ahora, parece que seguiremos siendo meros
espectadores en este teatro de lo absurdo.
Para más información
consulta nuestra página https://www.xn--bitacoraspolticas-ovb.com/