OpiniónPedro Peñaloza

Morena en su laberinto

Comparte

Morena en su laberinto

Por Pedro Peñaloza

“Cuando los pueblos tengan la conciencia de

que son más fuertes que sus dominadores,

no habrá más tiranos”

Ricardo Flores Magón

Uno tiene derecho a preguntarse ¿Qué es el partido Morena? Máxime que es una “entidad de interés público”, según la Constitución de la República y, además, vive del financiamiento proveniente de los impuestos de quienes no nos podemos escapar de la vigilancia fiscal. Más allá de lo anterior, es preciso recordar que Morena es el partido del presidente y lo afirmamos en un sentido amplio: él lo inventó, lo armó, lo diseñó, puso a sus dirigentes, decide a sus candidatos y lo obedecen ciegamente.

Es decir, estamos en presencia de un organismo que carece de autonomía política y organizativa. No existe discusión interna importante que no sea procesada y aprobada por el inquilino de Palacio Nacional. Nadie, pero nadie, puede plantear una agenda interna distinta a los lineamientos presidenciales.

Recordemos que López Obrador siguió una trayectoria pragmática y oportunista. Se aprovechó del ungimiento de Cuauhtémoc Cárdenas, que lo señaló como el futuro presidente del PRD. AMLO venía de una disputa interna en el PRI de Tabasco por la postulación a la gubernatura de dicha entidad. En esa época el PRD, en sus primeros pasos como partido, decidió cobijarlo y ofrecerle la candidatura, que aceptó gustosamente. Ya en las elecciones estatales fue derrotado por Salvador Neme Castillo, quien después le resolvió la mayoría de sus demandas sociales y gremiales.

Esta referencia tiene un mensaje pedagógico y educativo, no se unió al PRD por convicción política o coincidencia programática, fue simplemente una opción para ser candidato. La lección es vigente, Morena es la sumatoria de quienes rompieron con otras opciones, incluidos ex militantes del PRD, pero, sobre todo, ex priistas y franjas de oportunistas de todo tipo. AMLO ha reproducido en el gobierno el método de gestación de Morena. Un gabinete variopinto y notablemente mediocre, pero leal al líder.

En estos tiempos de reacomodos y de sucesión adelantada, un grupo de morenistas presentados como el “ala radical” de Morena realizaron hace unos días un evento de catarsis colectiva para impugnar a Mario Delgado, presidente del partido. ¿Qué concluyeron en esa reunión? Tres aspectos centrales: apoyar las iniciativas de su jefe máximo, exigir espacios internos en la estructura y solidarizarse con los movimientos sociales. Los primeros dos puntos eran obvios, pero el tercero tiene un pequeño problema, la mayoría de los movimientos sociales están en contra de las políticas de AMLO. Queremos ver a esos “radicales” desfilar en las calles desafiando al Tlatoani. Eso no me lo pierdo por ningún motivo.

pedropenaloza@yahoo.com/Twitter:@pedro_penaloz