MUERE JAMES EARL JONES Y VA AL LADO LUMINOSO DE LA FUERZA
MUERE JAMES EARL JONES Y VA AL LADO LUMINOSO DE LA FUERZA
Iván Josué Canela García
Agencia
Reforma
Ciudad
de México 10 septiembre 2024.- Antes de convertirse en uno de los actores más
versátiles de Estados Unidos en una carrera teatral, cinematográfica y
televisiva que abarcó las relaciones raciales, las tragedias rapsódicas de
Shakespeare y la voz de la amenaza sin rostro de Darth Vader, James Earl Jones
fue un niño granjero tartamudo.
Desde la indigencia, trabajando en una
cafetería y viviendo en un cuarto de 19 dólares al mes, Jones ascendió al
estrellato de Broadway y Hollywood con talento, empuje y unas cuerdas vocales
extraordinarias.
Earl
Jones falleció en su casa del condado de Dutchess, Nueva York, confirmó su
agente Barry McPherson a la AP. Tenía 93 años.
Abandonado
de niño por sus padres, criado por una abuela racista y mudo durante años por
su vergüenza de su tartamudez, aprendió a hablar de nuevo con una voluntad
hercúlea. Todo tuvo mucho que ver con su éxito.
También
lo hicieron las obras de teatro de Howard Sackler y August Wilson, que
permitieron a un joven actor explorar el odio racial en la experiencia
nacional; las telenovelas, que dieron audazmente a un hombre de color el papel
de médico en la década de 1960; y la decisión de George Lucas, el creador de
Star Wars, de poner una voz afroamericana anónima y retumbante tras la grotesca
máscara del villano galáctico.
El
resto lo consiguió el propio Jones: una obra prodigiosa que abarca decenas de
obras de teatro, cerca de 90 series dramáticas y episódicas de cadenas de
televisión y unas 120 películas.
Entre
ellos se incluye su trabajo de voz, en gran parte no acreditado, de Vader,
quien está en el lado oscuro de la Fuerza, en la trilogía original de Star
Wars, y en la voz en off acreditada de Mufasa en El Rey León, la película
musical animada de Disney de 1994, y en su repetición del papel en el remake
animado por ordenador de Jon Favreau en 2019.
Bajo
las exigencias artísticas y competitivas del trabajo diario en el escenario y
los fuertes compromisos con la televisión y Hollywood, Jones era una roca. En
una ocasión actuó en 18 obras de teatro en 30 meses. A menudo hacía media
docena de películas al año, además de su trabajo en televisión. Y lo hizo
durante medio siglo, con miles de actuaciones que cautivaron al público, a los
cinéfilos y a los críticos.
Su
presencia les deslumbraba. Como un oso de 1.90 m de altura y 90 kg de peso,
dominaba el escenario con su pecho de barril, su gran cabeza y sus emotivos
fuegos, correteando por las tablas y escupiendo sus líneas a las primeras
filas. Y el público quedaba hipnotizado por su voz. Era el estruendo de Lear
hacia la locura, el dulce bálsamo de Otelo para Desdémona, el último arrebato
de Oberón para Titania, la reina de las hadas en una noche de verano.
Carrera
diversaSu primer papel en el cine fue en Dr. Insólito (1964), de Stanley
Kubrick, donde interpretó al teniente Zogg a bordo de un bombardero B-52.
Los temas militares se repetirían con frecuencia
en su filmografía, como en su papel del almirante Greer en la saga de películas
de «Jack Ryan» (La Caza del Octubre Rojo, Juego de Patriotas, Peligro
Inminente), y como sargento mayor en Jardines de Piedra, de Francis Ford
Coppola, en 1987.
George Lucas, el creador de Star Wars, lo
eligió porque «quería una voz más oscura» para el que se convertiría
en el villano más famoso de la historia del cine, Darth Vader.
Interpretó papeles cinematográficos memorables
como el del escritor huraño que vuelve a la fama en El Campo de los Sueños, el
del boxeador Jack Johnson en el éxito teatral y cinematográfico The Great White
Hope, el del escritor Alex Haley en Roots: The Next Generation y un ministro
sudafricano en Cry, the Beloved Country..
En 1957, hizo su debut en Broadway. Desde entonces, recibió muchos elogios por papeles
teatrales por producciones como On Golden Pond, Cat on a Hot Tin Roof, Driving
Miss Daisy, The Best Man, You Can’t Take It With You y The Gin Game.
LaureadoTenía
estatus EGOT y premios como la Medalla Nacional de las Artes, el Kennedy Center
Honors y el Globo de Oro.
2 Emmy
por «Gabriel’s Fire» (1991) y «Summer’s End» (2000)
1
Grammy a Mejor Grabación Hablada por «Great American Documents»
(1977)
1 Óscar honorífico en 2012
3 Tony por su trabajo en Broadway en «The
Great White Hope», «Fences» y uno especial por sus logros.