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MUJERCITAS

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 OSCARS 2020

OPINIÓN

Por: Pablo Contreras Sánchez

¿Recuerdan cómo la semana pasada abrimos la reseña de ‘1917’ diciendo que ninguna mujer fue nominada al Oscar por Mejor director este año, a pesar de que algunas de las películas más aclamadas por la crítica de los últimos doce meses fueron dirigidas por, bueno… mujeres? Pues la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas todavía no se retracta, así que eso tristemente no ha cambiado; y como también mencionamos, quizá la ausencia más exasperante es la de Greta Gerwig, cuya nueva adaptación del clásico literario ‘Mujercitas’ está nominada a seis estatuillas, incluyendo Mejor guión adaptado, pero aparentemente se dirigió sola.

A pesar de esta extraña omisión, Gerwig no es ajena a los Oscars, ya que ‘Lady Bird’, su excelente ópera prima, consiguió la triada de nominaciones (Película-director-guion original) en 2018. Para su segundo largometraje, la directora decidió adaptar la querida novela de Louisa May Alcott, la cual es de gran importancia para ella, pues la acredita como el libro responsable de su carrera como escritora (antes de ‘Lady Bird’, la también actriz co-escribió y protagonizó dos proyectos dirigidos por su actual pareja, Noah Baumbach: ‘Frances Ha’ y ‘Mistress America’) y narra las aventuras de Amy, Jo, Beth y Meg, cuatro hermanas adolescentes que descubren el amor y la importancia de los lazos familiares durante la Guerra Civil estadounidense.

Greta Gerwig adapta la historia de la novela a través de dos líneas temporales que se entrelazan una con la otra, y hacen de la película una conversación entre pasado y presente, entre ficción(?) y realidad. Asimismo, Gerwig se asegura de establecer rápidamente diferencias visuales a través de aspectos como la paleta de colores que distinguen ambas temporalidades para que seguirlas sea posible. De hecho, dicho recurso narrativo es utilizado a su mayor ventaja dramática durante una secuencia en la segunda mitad de la película, donde se establece un paralelo entre pasado y presente con resultados devastadores en este último.

Los característicos diálogos ingeniosos y peculiares de Greta Gerwig también están aquí, pero con un tono más clásico. Este es un guion que pide un poco de paciencia al espectador, ya que durante su primer mitad puede percibirse algo tedioso, complicado y carente de rumbo (en caso de no estar familiarizado con la novela) pero conforme progresa y las piezas del rompecabezas se van acomodando, su historia sobre las opresiones sistemáticas y expectativas sociales que aquejan a las mujeres desde hace siglos, así como la celebración de las distintas formas en que una puede vivir su vida y perseguir su propia felicidad, seguramente le ganará al texto original un montón de nuevos adeptos entre las nuevas generaciones.

El reparto es fantástico. Greta trae de vuelta a dos de las estrellas de ‘Lady Bird’ a este drama de época: Saoirse Ronan como Jo March, quien a sus veinticinco años ya ha sido nominada al Oscar cuatro veces, y con su estupendo monólogo sobre lo que se espera de las mujeres en esta película viene a recordarnos por qué, y Timothée Chalamet como Laurie, otra joven sensación de Hollywood que derrocha encanto y luce como una escultura griega en cada escena, como es costumbre. A ellos acompañan Florence Pugh, cuyo 2019 fue excepcional gracias a sus protagónicos en este filme, ‘Midsommar’ y ‘Luchando con mi familia’, Emma Watson, Laura Dern, Bob Odenkirk y la veterana Meryl Streep, entre otros. Este es un envidiable ensamble actoral con talento de distintas generaciones que brinda empatía y humanidad a sus personajes, y cuyo único ‘pero’ (o más bien, observación quisquillosa) es la suspensión de la incredulidad que el filme nos pide hacer cuando estos interpretan a versiones siete años más jóvenes de sus mismos personajes, ya que no hay mucho esfuerzo para distinguir sus apariencias más allá de diferentes peinados y eso me distrajo un poco (‘caray, ¡este muchacho Chalamet apenas y envejeció en el transcurso de siete años!’).

Como es de esperarse, y hasta de exigirse, ‘Mujercitas’, al ser una película de época, tiene unos valores de producción altísimos, los cuales recrean la era en que la historia se sitúa con resultados tan fieles como estéticamente exquisitos. El diseño de vestuario, en particular, es maravilloso. Los escenarios, tanto naturales como fabricados, exteriores e interiores, son elegantes, acogedores e imposiblemente románticos. Las ya mencionadas paletas de colores que marcan la diferencia entre las líneas temporales complementan una fotografía que brinda la atmósfera y mood perfectos para sumergirnos en la historia. La banda sonora original del premiado compositor Alexandre Desplat puede ser percibida como melodramático en ocasiones, pero no por ello deja de ser preciosa, y es el acompañamiento perfecto de la historia, dejando que esta respire en silencio durante algunos de sus momentos críticos.

VEREDICTO: El gran cariño y respeto que Greta Gerwig tiene por la novela ‘Mujercitas’ de Louisa May Alcott está en completa exhibición aquí. Esta es una adaptación que a la vez rinde tributo, y actualiza la clásica historia para conquistar una nueva audiencia dispuesta a escuchar su mensaje de empoderamiento sobre elegir lo que nos hace felices por encima de lo que se espera de nosotros. Con impecables valores de producción, un guion inteligente y sincero que se desenvuelve lentamente pero con gracia, y una sensación de inocencia y perpetua maravilla, ‘Mujercitas’ llega a tiempo en una época donde este tipo de historias son tan necesarias como solicitadas a recodarnos por qué las peripecias de las hermanas March se mantienen tan relevantes y reconfortantes como siempre.

CALIFICACIÓN: 4.5/5 estrellas.

Imagen: Reporte Indigo

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