Mujeres más pobres
Números
Rojos
Mujeres más pobres
Brenda Caballero
¿Conoce alguna mujer o niña violentada?
¿Conoció o escuchó el caso de alguna mujer asesinada? ¿Supo de alguna mujer que
con la pandemia se quedó sin empleo o le disminuyeron su salario? ¿Le han
comentado o se ha dado cuenta que perdió poder adquisitivo al comprar la
despensa de la casa?
Si respondió afirmativamente a las
preguntas anteriores, es porque esta pandemia ha afectado a toda la población,
pero principalmente a las mujeres.
Contrario a lo que se pueda pensar, a
nosotras la pandemia no nos cayó como anillo al dedo, sino todo lo contrario.
Hay más mujeres violentadas y más pobres.
Así lo muestran los hechos cotidianos,
pero también los datos lo confirman, como los recientemente dados a conocer por
el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social
(Coneval).
Entre 2018 y 2020, la pobreza en México
tiene un mayor impacto en las mujeres, ya que 8 de cada 10 viven bajo algún
grado de pobreza o son vulnerables por sus ingresos que perciben o por las
carencias sociales que padecen.
Recordemos que la pobreza de acuerdo a
la Coneval es aquella persona que tiene al menos una carencia social de los 6
indicadores medidos (rezago educativo, acceso a servicios de salud,
acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios
básicos en la vivienda y acceso a la alimentación) además de que su ingreso es
insuficiente para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.
De acuerdo a los últimos datos del
Censo Nacional de Población 2020, en México hay 65.5 millones de mujeres de las
cuales 50 millones están en pobreza o riesgo de ella, es decir, el 76 por
ciento, tan solo 15.5 millones están libres de experimentarla.
En una columna de Ana Karen García,
analista de Indicadores Macroeconómicos y de Desarrollo Social, publicada el
fin de semana por el Diario El Economista se presenta una infografía de la
integración de ese 76 por ciento: el 8 por ciento corresponde a mujeres en
pobreza extrema, 36 por ciento, a pobreza moderada; 23 por ciento corresponde a
mujeres vulnerables por carencias; un 9 por ciento, de mujeres vulnerables por
ingresos y 24 por ciento correspondiente a mujeres no pobres y no vulnerables.
Si usted que me lee es mujer ¿sabe si
está dentro de ese 76 por ciento? O si es hombre, ¿puede identificar alguna
mujer de acuerdo a lo siguiente?
Las Mujeres en Pobreza Extrema (8%)
tienen 3 o más de los 6 indicadores mencionados arriba. Tienen alta
probabilidad de no saber leer ni escribir, no cuentan con servicios de salud si
se enferman, no pueden acceder a la seguridad social, viven en hacinamiento,
les faltan servicios básicos en su vivienda como agua, luz, internet, además de
que no tienen ingresos, o éste es tan bajo que si lo gastaran todo en
alimentos, no podrían adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida
sana, es decir no pueden comprar la canasta básica alimentaria.
Mujeres en pobreza moderada (36%) son
aquellas que siendo pobres no se encuentran en pobreza extrema. En este grupo
las mujeres pueden comprar la canasta básica, pero pueden tener hasta 2
carencias sociales.
Mujeres Vulnerables por carencias (23%)
son aquellas que tienen carencias sociales (rezago educativo, acceso a
servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de
la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación), pero
cuyo ingreso es superior a la línea del bienestar, siendo ésta el valor
monetario de una canasta de alimentos, bienes y servicios básicos.
Mujeres Vulnerables por ingresos (9%)
Son aquellas que no presentan carencias sociales, pero cuyo ingreso es inferior
o igual a la línea de bienestar.
Las Mujeres no Pobres y No Vulnerables
(24%) no tienen carencias sociales ni tampoco son vulnerables, ya que tienen un
ingreso que les permite solventarlos.
Con la pandemia, aparte de abrir la
brecha de género entre hombres y mujeres, se ha demostrado que las mujeres son
más vulnerables, pues los hogares que tienen más mujeres o que son jefas de
familia presentan una mayor pobreza que los que tienen un jefe varón.
Sin duda puede hacer el ejercicio para
ver en qué grupo está. Por lo pronto a mí ya me generó la duda de saber si soy
una mujer que está en pobreza moderada o ser una mujer vulnerable por
carencias.
Aunque si fuera vulnerable por
carencias, estaría a un paso de caer en pobreza moderada. ¡Y yo que me creía clase
media!
@NumerosRojos_BC