NARANJA, PRÓXIMA PARADA DE PEPE YUNES
NARANJA, PRÓXIMA PARADA DE PEPE YUNES
Por Edgar Hernández*
Si la política, como dice Dante “no es, sino va
siendo”, el camino de Pepe Yunes, que a lo largo de más de dos décadas ha sido
sinuoso y de terracería, podría terminar pintado de naranja.
Y es que su tránsito en política no le ha sido
nada fácil.
Habrá que regresar a la memoria que desde
temprana edad tuvo que lidiar con el marrullero de Fidel Herrera, que es quien
lo lleva al PRI a que juegue por su pueblo Perote, municipio que gobernó con
singular éxito luego de imponer una política municipal sustentada en la
honradez.
Ya desde entonces y a pesar de los avatares gestados
por los de casa, su fama pública empezó a llamar la atención tras lo cual las
circunstancias, como es la política, lo llevarían a una vida parlamentaria.
Así, en una primera incursión, va por un escaño
en el Senado de la República, mismo que gana, pero… sería el propio Fidel quien
negociaría su triunfo bajándolo del caballo con la promesa de que sería el
candidato a la gubernatura para el 2010 “ya que Rosita (la esposa) te quiere
mucho y piensa que serás un gran gobernador”.
No sería así ya que el elegido natural de la
Fidelidad era y fue Javier Duarte.
Pepe Yunes siguió en el tránsito parlamentario tanto
local como federal que lo encaminaría
por segunda ocasión, a contender por un escaño que finalmente logra.
Ya para 2016, en las puertas de la sucesión y
luego de una extraña modificación constitucional que ajusta el periodo
gubernamental a dos años quesque para homologarlo con sucesivas contiendas
electorales, se vislumbra la posibilidad de que juegue la gubernatura.
Arreglos cupulares y negociaciones desde el
centro, le abren el espacio de la candidatura pero para Héctor Yunes, quien
pierde a manos de su primo hermano Miguel Angel Yunes.
En el 2018 alcanza finalmente la candidatura
pero de cara a la avalancha pejista y la brutal deserción priista que migra al
Partido Verde, por instrucciones de Fidel.
Y el regreso a cero.
Semi-retirado de la política Pepe Yunes se
dedica a la academia y a alternar su residencia entre Perote y la ciudad de
México donde reside con su familia.
En el 2020, sin embargo, recibe una invitación
del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, apodado “Alito” hoy de
infausta memoria, quien lo invita a participar en las elecciones intermedias
por una curul representando a su distrito con cabecera en Coatepec.
Pepe se resiste, sin embargo, Alito le baja el
sol y las estrellas no por el cariño o amistad que no le guardaba, sino por el
interés de que le representaba el bastión histórico del PRI en el sureste del
país.
Pepe Yunes se decide y finalmente participa no
sin antes alertar que no era visto con buenos ojos en el PRI estatal y observar
en los hechos que no recibiría ni un quinto para su campaña, descontando además
el interés que le representaba a Morena el distrito electoral.
Con todo en contra, trampas incluidas de los
chairos y el desdén de su partido, Pepe se mete a los más recónditos pueblos donde Morena no
apostaba ya que le era más cómodo hacer sus rapacerías en Coatepec, Perote, Las
Vigas y Altotonga, que en la sierra y pueblos lejanos.
Así, en histórica votación Pepe se lleva el
triunfo.
Esta historia llega a su último tramo al
encontrarse el flamante diputado federal con una política partidista, la de
Alito, contraria al interés general; con un ir y venir en las decisiones y
participaciones en tribuna y con una no muy sana alianza bajo la mesa con
Morena.
Ello abonó al distanciamiento.
Cuando el debate de la Reforma Eléctrica, el
mejor argumento de la bancada priista a contrasensu lo dio Pepe; cuando se
sucedió la discusión del Presupuesto 2022 el planteamiento más nítido que
revelaba el permiso legislativo para desparecer programas sociales, lo presentó
el peroteño ante la sorpresa de Alito y el disgusto moreno.
Y la gota que derramó el vaso fue pretender
obligarlo a votar en favor de una reforma en favor de la militarización de
México hasta el 2028, postura que rechazó de manera categórica.
Hoy, Alejandro Moreno “Alito” no quiere saber
nada de él… pero Pepe tampoco.
De cara al 2024 los caminos de Pepe, sin
embargo, se mueven por horizontes esperanzadores al quedar legitimado ante la
opinión pública nacional y estar colocado como el mejor aspirante opositor a la
candidatura por la gubernatura que habrá de decidirse en un año más.
A ello se suma lo más importante, un respaldo
ciudadano no visto de cara al desencanto de fracaso gubernamental de Cuitláhuac
y su repudiada gallina Roció Nahle.
Colocado como mejor prospecto para encabezar la
alianza, Pepe sabe que la política –como dice Dante- no es, va siendo y que si
en hoy fueran las elecciones la ciudadanía no tendría la menor duda en apoyarlo.
Ya por lo pronto la posibilidad de una candidatura
ciudadana está como primera opción; Movimiento Ciudadano ya volteó para ver que
Pepe es el único que habrá de garantizar el triunfo, y la Alianza PAN-PRI-PRD
lo ve como alternativa ganadora, haciendo la acotación que será el verdadero
PRI, el PRI del 2024, el que decida.
Pepe, se declara listo.
Tiempo al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo