NAVIDAD
NAVIDAD
Por Ramón Durón
Ruíz (†)
Esta Navidad el
viejo Filósofo te invita a hacer tuya la frase de Tagore: “La FE, es el
pájaro que canta cuando el amanecer todavía está obscuro.” Será
porque los años me han enseñado que: Navidad es natividad,
es nacimiento de un ser de Luz: Jesucristo, que llega de la mano con un ser
espectacular: ¡TÚ!, que a partir de HOY, pleno de FE, pone en juego mente, alma
y espíritu para detonar los dones y bienes, para hacer el bien con amor y
hacerlo muy bien con humildad.
Navidad, es época para el perdón y la reflexión,
para recibir con respeto todo lo que llega, porque llega como una enseñanza,
que te recuerda la importancia de aprender a vivir con la plenitud del Sol, con
la fuerza de la Luna, para saber celebrar el milagro diario que te provee la
fiesta de la vida.
Navidad, es centrarte en lo más íntimo de tu
ser, para ser el arquitecto de tu destino, para no tener ni espacio, ni
tiempo para el rencor o el miedo, para desprogramar tu mente de privaciones y
reprogramarte para lo que naciste: para el éxito, la felicidad… para la
trascendencia.
Navidad, es tiempo para ser tú mismo, para que sueltes viejos
agravios del pasado, los miedos del presente y le des aire a tus alas, para que
recuerdes que tu límite está en el Cielo.
Navidad, es época para que pongas en orden tu
vida, para que te ordenes física, emocional y espiritualmente, para que
saques lo que ya no usas, –aquello que te recuerda momentos de tristeza–,
vidrios rotos, focos fundidos, aparatos descompuestos, todos irradian energía
negativa, reflejan que en tu vida hay algo que no funciona, repararlos,
véndelos, regálalos, no los guardes… se convierten en un centro de energía
negativa.
Navidad, es fecha de darte tiempo para amar y
ser amado, ahí está la semilla de tu vida, para que hagas un espacio y
te conectes con tu Maestro Divino, te des una oportunidad para intentar,
sabiendo que el que no intentó… nunca hizo algo mejor.
Navidad, es oportunidad para que sientas un
profundo deseo de encontrarte con la pasión de ser tú mismo, –no una
imitación, ni buena ni mala de otros– hacer un recuento de aciertos y errores;
los aciertos te recuerdan que estás hecho a imagen y semejanza del Señor; los
errores, que hay que enmendar el camino, para acezar a la cumbre, que está
reservada a los gigantes de espíritu.
Navidad, es un regalo de DIOS para hacer que la
magia de tu vida, sea espectacular en cada instante, para que tu paso
por esta carnalidad tenga un buen continente y un mejor contenido, que este
cargado de entusiasmo, alegría, de una hermosa sonrisa y la inacabable FE de
luchar por ser mejor.
Navidad, es una fecha propicia para que
abras de par en par tu vida y des todo de ti, sabiendo que dar no tiene que ser necesariamente un regalo físico,
puedes dar: un abrazo, unas palabras de afecto, un mensaje de aliento, una
bendición. Cuando eres capaz de dar pleno de la humildad que Jesús nos enseñó,
el cofre de tu vida estarás preparado para recibir y gozar a plenitud de los
bienes que el universo tiene preparados para ti.
Navidad, es oportunidad para sonreír a la vida, sabiendo que
“Una sonrisa, es una línea curva que todo lo endereza”.
Estos días de Navidad son
especiales para que recuerdes que las situaciones que se suscitaron todo el año
son de la vida, no son tuyas, así es que arrójalas al cesto de la basura, es el
tiempo de que te deshagas de ellas, que no sean lastre que impidan a tu alma
levantar vuelo.
A propósito, en estas fechas navideñas ten
cuidado con lo que elige regalarle a una mujer, porque un viejo cuento dice que
cualquier cosa que le des, ella tendrá la magia de vida de hacer algo fabuloso:
— Regálale un esperma… y te dará el más bello bebé.
— Regálale una casa… y te dará el más increíble hogar.
— Regálale alimentos… y ella te dará la más exquisita gastronomía.
— Regálale una sonrisa… y ella te entregará su
corazón.
Ella es un ser maravilloso que
engrandece todo lo que le regalas, así que si le das problemas… ¡PREPÁRATE
%&$ABRÓN!