NEARSHORING, TEMA CRUCIAL EN EL CONTEXTO ACTUAL DE LA ECONOMÍA MEXICANA
NEARSHORING, TEMA CRUCIAL EN EL CONTEXTO ACTUAL DE LA ECONOMÍA MEXICANA
· La apertura comercial otorga
oportunidades y ha generado desafíos que debemos enfrentar, estimó José Manuel
Márquez Estrada
· Jorge Mario Martínez Piva dijo
que dicha estrategia de externalización conduce a hablar de políticas de
desarrollo productivo
En los
últimos años hemos sido testigos de una transformación significativa en la
forma en que concebimos nuestra economía, afirmó el secretario académico del
Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, José Manuel Márquez
Estrada.
“Anteriormente
México se caracterizaba por una actividad económica casi autárquica (es decir,
autosuficiente, autónoma o independiente), donde lo que consumíamos era
producto principalmente de nuestras industrias y se generaba al interior de
nuestras fronteras”, señaló.
Este
enfoque ha sido alterado por la globalización, que ha modificado nuestras
relaciones con el comercio internacional, en particular con los bienes
intermedios que hoy en día son fundamentales para la producción en el mundo.
En el
coloquio “Cadenas globales de valor y polos industriales en la era del
nearshoring. Oportunidades económicas y desafíos territoriales para México”,
recordó:
La
apertura comercial que comenzó en los años 80 del siglo pasado y que se
consolidó con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte -y
recientemente con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá- ha otorgado
oportunidades para nuestra nación y también ha generado desafíos importantes que
debemos enfrentar.
El
llamado nearshoring es una estrategia comercial de externalización que consiste
en trasladar parte de las operaciones de una empresa a un país cercano.
Entre
los beneficios destacan acercar la industria al territorio de consumo, aprovechar
las ventajas de costos, talento humano y cercanía geográfica; mejorar la
comunicación, control y gestión de las operaciones; así como aumentar la
competitividad y rentabilidad de la compañía.
Márquez
Estrada resaltó que la dependencia de insumos foráneos y la necesidad de
adaptarnos a un entorno global y cambiante son cuestiones que requieren
análisis profundo.
Explicó
que en este encuentro académico se plantea explorar cómo estas dinámicas
afectan a la economía en su conjunto, así como a los territorios y las
comunidades que conforman México; el papel de nuestro país en las cadenas
globales de valor identificando las oportunidades que el nearshoring puede
ofrecer; además de los retos a superar para aprovechar al máximo estas
potencialidades.
Es un tópico
interesante que ahora, con el contexto internacional y las elecciones en
Estados Unidos, va a estar en boga. “Es importante que tengamos una reflexión
acerca de ello, pues se trata de un tema crucial en el contexto actual de la
economía mexicana”, subrayó.
Reestructuración
industrial
En
tanto, el oficial a cargo de la Sede Subregional en México de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe, Jorge Mario Martínez Piva, enfatizó
que el asunto del nearshoring conduce a hablar de las políticas de desarrollo
productivo.
Hace
aproximadamente 30 años vivimos un proceso de deslocalización productiva debido
al mecanismo de globalización, desregulación de los mercados, promoción del
libre comercio y de flujo de capitales, los cuales se movían buscando
eficiencia económica. “Eso generó la interdependencia, que logró una producción
más eficiente”, detalló.
Aproximadamente
de 2008 a la fecha, y especialmente con la llegada de Donald Trump a la
presidencia de Estados Unidos (EUA), el vecino país dijo no creer en el libre
comercio porque no le conviene en todas las áreas. Por ello estableció
aranceles a ciertas mercancías para implementar una política de “relocalizar”,
a fin de atraer a la industria que se había ido a otras latitudes.
Eso
cambió lo que hacíamos y pasamos a la relocalización basada en seguridad,
geopolítica y estrategia. México está en el centro de ello, porque tiene
frontera con EUA. Desde hace 30 años puede sacar provecho de esos procesos y
divisiones estratégicas de fabricación de esa nación, precisó Martínez Piva.
Debido
a la COVID-19 y la producción china se evita fabricar desde lejos, y luego
viene la política industrial con la que Estados Unidos promueve empresas
estratégicas, algunas de México, Costa Rica o Panamá como países amigos,
agregó.
El
especialista sugirió que en la región latinoamericana podríamos ser parte de
ese impulso, de esa reestructuración industrial que propone el vecino del norte
en algunos sectores como el energético, automotriz-eléctrico y otros
tecnológicos como el de semiconductores.
FUENTE:
UNAM