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NO ES TIEMPO DE INDIFERENCIA

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OPINIÓN

NO ES TIEMPO DE INDIFERENCIA

Por Héctor Larios Proa

El proceso electoral 2021 es un momento histórico nacional que puede definir la correlación de fuerzas políticas y el futuro inmediato de México.

La polarización que vive el país y su expresión violenta es una alerta ante un panorama tormentoso como escenario posible. Los derechos y las libertades dependen de sus instituciones que han sido golpeadas en lo que va del sexenio. Al respecto se ha escrito todos los días en la prensa nacional atacada por pensar diferente y señalar las pifias de sus decisiones. Enumerarlas sería reiterar de lo que estamos hartos. Los errores son humanos, pero esto va más allá de la dictadura perfecta del México del siglo XX.

El presidente López con su mala gestión ha dado muestras de incapacidad para gobernar a un México pulverizado por las enormes desigualdades sociales que no se verán aliviadas con los programas sociales, que dicho sea de paso sus fórmulas populistas no representan una visión vanguardista de izquierda, como creyeron millones, pero le valen el apoyo de una buena parte de los quienes reciben dinero disfrazado de políticas sociales. El clientismo político se basa en la pobreza e ignorancia, temen no continuar estirando la mano para recibir la dadiva. Lucrar con ello es una maniobra perversa de un representante popular para concentrar poder y legitimación.

Elegir a candidatos a la diputación federal, tiene dos opciones, dejar que los congresistas continúen levantando la mano a todo lo que dicta el señor de palacio, o construir un dique político capaz de reconstruir los avances democráticos, conseguidos por años por la oposición al régimen en los últimos treinta años.

La tarea de los partidos de oposición es fortalecer las instituciones, impulsar la participación ciudadana, en una tarea que concilie la justicia social y económica, para que el país encuentre la ruta que resuelva los graves problemas nacionales arrastrados por décadas, salud, educación, empleo, vivienda, seguridad, etc. 

Reconstruir al México fragmentado, sin revanchismos, repensar el modelo económico que favorece a unos cuantos, con una visión clara y metas posibles en la industria, el campo y la minería. El país no puede navegar en un mundo globalizado con salarios raquíticos, atractivo que nos orienta a ser maquiladores exclusivamente. Muchos pendientes, pero el primer paso es comprender el momento histórico para definir hacia dónde queremos ir.

Con nuestro voto podemos dar respuesta a qué tipo de gobierno y sociedad aspiramos. México es un país inmensamente rico en sus recursos naturales y humanos, debemos explotar el talento, pero solo se logra otorgando recursos para ejercer nuestros derechos y libertades para alcanzar nuestras metas particulares y así contribuir a una nación en paz y armonía.

El momento que vivimos es la clara muestra de que la vida pública del México actual está enferma. Sin embargo, esta crisis, también nos da la posibilidad de ver otros horizontes, esa es una oportunidad que se asoma este domingo 6 de junio.

Como escribió Daniel Cosío Villegas, nada construiremos sin la sociedad civil, que atesora el pasado. Nuestra única opción histórica es respetar y ejercer la libertad política, el derecho y sobre todas las cosas, la democracia.

No es tiempo de indiferencia.