¿No, qué no? El siguiente paso, la desaparición de poderes

¿No, qué no? El siguiente paso, la desaparición de poderes
Por Edgar Hernández*
El
Cuícaras pasó de ultrajador a ultrajado.
La
simpleza de una decisión tomada a lo pendejo está llevando a Cuitláhuac García
a la desaparición de las instituciones que encabeza.
En
un par de semanas más podría ir al cadalso una vez instalado el pleno del
Senado donde la Comisión encargada de investigar las violaciones a los derechos
humanos y la existencia de presos políticos en Veracruz, encabezada por Dante
Delgado, presente las evidencias que eventualmente lleven a la desaparición de
poderes.
A
la par se vendrá abajo la Fiscalía General y su titular Verónica Hernández
Giadans, será sometida al deslinde de responsabilidades de carácter penal.
Otros
más como Eric Cisneros y Hugo Gutiérrez Maldonado tendrían que responder ante
la autoridad ministerial por las masacres y sus presuntas alianzas con el
crimen organizado.
Por
lo pronto, más rápido que aprisa el Cui tuvo que tragarse sus palabras de “Allá
él si quiere defender delincuentes”, abriendo fuego graneado contra el líder
senatorial Ricardo Monreal.
Hoy
todo quedó en un ¡usted disculpe! tras la orden fulminante del señor de Palacio
de echar abajo la abusiva ley de “Ultrajes a la Autoridad” que tiene en la
cárcel a un sinfín de presos políticos.
Así,
el gobernador, en el ridículo total, pierde importante pelea en su propio
corral y muestra que tan insignificante es quien se dice representar a más de
ocho millones de veracruzanos.
Monreal
y Dante Delgado, tras su primera victoria, afinan el golpe final contra quien
buscó llevar la sucesión presidencial a la arena veracruzana tras la
aprehensión de su aliado José Manuel Del Río Virgen, apresado no por ultrajes,
sino por ser el autor intelectual de un homicidio.
Ya
mismo, están tejiendo el entramado de la desaparición de poderes ante los
reclamos ciudadanos por violación a los derechos humanos y prisión a los
enemigos políticos.
Hasta
anoche son más de mil 300 las quejas, reclamos de injusticia e ilegalidades
ciudadanas presentadas.
Adelantaba
el propio Dante hace unos días que había incluso reclamos de magistrados y
magistradas inconformados por la violación a sus derechos elementales por el solo
delito de no someterse al mandato abusivo de quien encabeza el ejecutivo
estatal.
Asimismo,
a los presos políticos se ha sumado la prisión de ciudadanos comunes, incluso a
personas implicadas y enviadas a la cárcel “por mentarle la madre a un policía”,
tal como asegura el propio Monreal.
Así,
Cuitláhuac, quien ahora es defendido por su mentor, el Peje, igual mañana queda
en indefensión y sin pestañear su patrón le retira el apoyo a conveniencia
política como lo hizo con el propio Ricardo Monreal, con quien fundó Morena y
llevan más de 20 años luchando de la mano.
Así
es el Peje. Así es la política.
Es
tirar a la basura lo inservible y Cuitláhuac se está convirtiendo en un
producto de desecho, de ir a la basura, de mandar a un relevo -ya Gutiérrez
Luna está que se relame los bigotes- que intente llevar a buen puerto el
desastre provocado por un gobierno intolerante, mal aconsejado y empinado por
el Bola #8.
La
desaparición de poderes habrá de sustentarse, además de la torpeza política del
gobernante, por el mal manejo que ha dado a las alianzas con el crimen
organizado.
Tanto
caminar por el filo de la navaja de parte de los operadores de Palacio Nacional
y el propio Peje en su alianza y promoción del Cartel Sinaloa, para que Cuitláhuac
llegue con su machete a operar una cirugía fina en contra del Cartel Jalisco
Nueva Generación que es dueño, desde hace mucho, del 80 por ciento del
territorio veracruzano.
Eso
le descompuso el juego a López Obrador.
Por
tanto, ¿Por qué habría de seguir apoyándolo y solapando a un tonto que dejó de
ser útil?
Endeble
pues, queda el gobierno de Cuitláhuac al pretender jugar en las ligas mayores.
El
aceptar derogar el delito de Ultrajes a la Autoridad producto de una orden -146/2021-
de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, no es otra cosa mas que una
disposición del Peje ante el desmadre político gestado a nivel nacional que
sólo ahonda la fractura de los morenos.
Tan
fácil que hubiera sido desde el inicio, cuando les inventaron delitos a seis
jóvenes, atender el llamado del líder senatorial quien ni siquiera señalaba al
ejecutivo a actual con legalidad, sino a los jueces.
Hubiera
quedado como un gobernante justo al llamar al Poder Judicial a respetar la ley.
¡Pero
no!
El
berrinche se impuso, las loqueras y desplantes amanerados crisparon el debate
nacional y ahí están las consecuencias.
La
decisión de echar abajo la ley de Ultrajes es la resultante de la seria
advertencia de que el no cumplimiento al mandato de la CNDH, a la vuelta de dos
semanas mínimo, se procedería al desacato dando un elemento más para que el
órgano legislativo senatorial sustente la desaparición de poderes en Veracruz.
Ya
mismo el infectado presidente estará pensando si remueve o no de la Presidencia
de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, a Ricardo
Monreal, quien no se irá sin antes llevarse entre las patas al Cuícaras.
Tiempo
al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo