NUNCA TENDRÁN LA COMODIDAD DE NUESTRO SILENCIO

Por Pilar Badillo Virués

Las mujeres a lo largo de la historia hemos tenido que luchar y exigir que se nos vea como personas con derechos. Es importante mencionar un precedente importante que tiene como base resaltar este hecho: La Declaración de Derechos de la Mujer y de la Ciudadana. En el contexto histórico constitucional se debe incluir por su gran trascendencia.

En la declaración de 1789 “Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano” se habla de presupuestos como los derechos que le corresponden al hombre por naturaleza: la libertad, la propiedad, a seguridad y la resistencia a la opresión. La mayor parte de los textos constitucionales de este período responden a una marcada ideología individualista. De ahí que los derechos del hombre, no sean los derechos de todos los hombres, sino los del hombre burgués y propietario. Es por todo esto que Olympe de Gouges señaló que la declaración de 1789 excluía a las mujeres y que “la ignorancia, el olvido y el desprecio de los derechos de la mujer son las únicas causas de los males públicos” y hace pública la “Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana” en 1791.

En el marco del 8 de marzo nos encontramos con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en donde recordamos la lucha histórica de las mujeres. El 8 de marzo de 1857, la huelga de un grupo de trabajadoras textiles de la fabrica Cotton demandó las míseras condiciones laborales y la reducción de jornadas de trabajo. Esto fue un punto de partida para la reivindicación de los derechos de las mujeres en el ámbito laboral.

Otro hito histórico fue el ocurrido en 25 de marzo de 1911, cuando un catastrófico incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York causó la muerte de más de 123 mujeres y muchas otras resultaron gravemente heridas, ya que quedaron atrapadas detrás de puertas cerradas con llave y fuera del alcance de las escaleras de los bomberos. Ellas eran forzadas a permanecer en su lugar de trabajo y no unirse a las huelgas.

Como otro ejemplo tenemos a la protesta de mujeres rusas el 8 de marzo de 1917 para obtener el voto femenino. Hasta 1975 la Organización de las Naciones Unidas en el marco de la Primera Conferencia Mundial de la Mujer, formalizó a través de países miembros la declaratoria del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. La ONU ha reconocido:

“Los platos de la balanza de la equidad mundial están desequilibrados. El que corresponde a la mujer está sobrecargado de responsabilidades, mientras que el del hombre tiene un exceso de poder. La mayor parte de la riqueza del mundo pertenece a los hombres y la mayor parte del trabajo deben realizarlo las mujeres”.

Actualmente las mujeres seguimos saliendo a las calles, apropiándonos de espacios públicos para que se nos reconozcan nuestros derechos. Seguimos manifestándonos en diversos ámbitos que habitamos y continuamos logrando cambios significativos. No se trata de aparentar con “es tiempo de mujeres”. El discurso sin acción, es propaganda. Una propaganda que lastima la inteligencia de muchas de nosotras cuando vemos la realidad en nuestro país. Cuidado, porque en épocas electorales vemos muchos ejemplos. Tampoco se trata de felicitar a las mujeres en este día, sino de reflexionar sobre lo que sí se hace a diario para la contribución de espacios seguros.

“Hoy que tiemblen las calles por lo que ya temblé yo”, como canta mi compañera Prania Esponda (activista y cantante de rap y otros géneros) en su canción “8M Fuimos todas”. Desde cualquier sitio donde nos encontremos, accionemos.

Hermanas, escribo y resisto por ustedes. Gracias por acuerparme y hacerme sentir más fuerte. Gracias a ello hoy puedo estar para otras y para mí.

Culmino citando a otra compañera de lucha: “El miedo cambio de bando. Un día sus hijas, sus nietas y todas las generaciones de mujeres no vivirán lo que nosotras vivimos”, Olimpia Coral Melo (activista e impulsora del conjunto de reformas contra la violencia digital).

Contacto: badillovirues@gmail.com