Oposición timorata
Oposición timorata
Por
Aurelio Contreras Moreno
Tras
20 meses de desatinos, pésimas decisiones, demagogia a niveles demenciales,
corrupción nada disimulada en diversas áreas de la administración pública y una
más que demostrada incapacidad y frivolidad para gobernar, varias encuestas
señalan que si hoy fueran las próximas elecciones, Morena y el lopezobradorismo
volverían a ganar.
¿Acaso
los mexicanos estamos bajo alguna clase de embrujo colectivo? ¿Tantos años de
soportar malos gobiernos nos volvieron masoquistas, al grado de refrendar un
régimen que no solo ha demostrado ser igual o peor que sus predecesores, sino
cuya cerrazón y soberbia le han costado la vida a miles de personas y ha
abonado a profundizar el odio entre compatriotas?
Quizás
algo o mucho de lo anterior tengan que ver o por lo menos ayuden a explicar
este fenómeno, seguramente. Pero no hay manera de dejar de señalar que, entre
otras cosas, mantiene deplorable vigencia una de las principales razones por
las que el lopezobradorismo se alzó con tan contundente victoria en los
comicios de 2018: el brutal desprestigio de los demás partidos.
Y es
que a más de dos años de aquellas elecciones, los partidos de la llamada
“oposición” no representan en absoluto una verdadera alternativa a un régimen
que en otras condiciones y por sus evidentes carencias políticas y prácticas,
tendrían contra las cuerdas.
Por
el contrario, la “oposición” –que cuando le conviene se vuelve muy “leal” con los
intereses de la autodenominada “cuarta transformación”- navega a la deriva, sin
timonel, sin una figura que represente la necesaria irrupción de un liderazgo
renovado entre esa porción de la población que está en desacuerdo con la manera
como se conduce el destino del país, que no es lo pequeña que la propaganda
oficial quiere hacerla ver y que no se reduce a un bando del espectro
político-ideológico ni a un solo estrato socio-económico.
Mientras
el PAN se regodea en la intrascendencia y la grisura, el PRI juega a que
“negocia” con Morena -aunque en realidad solo sobrevive a cambio de que no le
pisen tan duro su larga “cola”- mientras cada vez más militantes tricolores
“tiran la toalla” y buscan acomodo en la “4t”. El PRD es un muerto viviente y
Movimiento Ciudadano recibe respiración artificial desde el estado de Jalisco,
donde su gobernador Enrique Alfaro le bajó “dos rayitas” a su confrontación con
el presidente López Obrador, sabedor de que llevaba las de perder. El resto,
son rémoras que “chupan” la sangre del lopezobradorismo gobernante.
Este
lunes, el periódico Reforma –quizás el más fuerte opositor al régimen
lopezobradorista- presentó una encuesta telefónica en la que, de acuerdo con
sus resultados, el ex candidato presidencial del PAN Ricardo Anaya es quien
aparece como el personaje que podría significar un “contrapeso” frente a Andrés
Manuel López Obrador.
Si
eso es lo mejor que tiene la oposición, alguien que ni siquiera se encuentra
activo políticamente en México en la actualidad, pues se explica sin problema
por qué Morena iría “en caballo de hacienda” hacia las elecciones intermedias
federales y las gubernaturas y alcaldías que estarán en disputa el año
entrante.
Una
oposición timorata, sin ideas ni liderazgos, que ni ruido puede ni sabe hacer y
que no entiende cómo abanderar los enormes problemas del país ni ofrecer
alternativas, es lo mejor que le puede pasar a un régimen autoritario y
vertical para consolidar su hegemonía.
Por
eso ni les preocupa hacer payasadas a diario.
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Twitter: @yeyocontreras