ORIGEN DE LA CRUZ NEGRA
ARS SCRIBENDI
Rafael Rojas Colorado
Aún está viva la tradición de festejar a la cruz, madero que sirvió de tormento a Cristo Jesús, pero que a través de su muerte la santificó y convirtió en un símbolo que el creyente utiliza para santiguarse, una manera de encomendarse a las bendiciones del diario vivir.
El señor Mateo Huesca, fue una persona de profunda fe hacia la religión católica, con la ayuda de sus hermanos diseñó una cruz de 2.90 X1.90m. y la instauró en la pedrera, barrios ahora conocidos como Hernández y Hernández y Justo Sierra. Este echo sucedió el 24 de abril de 1901. El transcurrir del tiempo que siempre transforma el futuro, creó nuevas circunstancias que condujeron al señor Mateo a llevarse la cruz pintada de negro para su casa, y se dedicó a cuidarla, amarla y vestirla año con año.
Esta noble acción no fue desapercibida por su nieto, Jesús Peralta Huesca, hijo de la señora Aurelia Huesca. Jesús, también era un joven de mucha fe y al paso de los años recibió ese hermoso legado de responsabilizarse de la cruz negra y así lo hizo durante el resto de su vida.
Los Peralta Estévez, año con año acostumbran a vestir, rezar y venerar a la cruz, desde que el patriarca de la familia, señor Jesús Peralta Huesca, les trasmitió esta costumbre. Sin duda, un hecho revestido de espiritualidad que mantiene hasta la fecha unida la descendencia de don Jesús.
La familia Peralta Estévez, en esta sublime evocación hacia su antepasado, ha aumentado la fe a estas costumbres y en una morada del barrio Quintana Roo, instauraron una pequeña cruz, que desde hace muchos años hacen su rito en torno a ella. El domingo 13 de mayo en ese punto comenzó el ritual, para luego, trasladarse al domicilio marcado con el número 40 de la calle Hernández y Hernández, y, frente a la cruz negra, escucharon la celebración de la palabra de parte del ministro Norberto Boquiño, quien finalmente compartió una profunda reflexión del significado de la cruz.
A 117 años de aquel histórico acontecimiento en el que el Señor Mateo Huesca inspirará la cruz, y al poco tiempo, don Jesús Peralta Huesca le cediera un lugar en su hogar para responsabilizarse de su cuidado, a la familia Peralta Estévez le sigue vibrando el alma de emoción y felicidad, y por medio de este símbolo evocan a a su antepasado, quien falleció el 24 de abril del año 1995 a la edad de 107 años, – su deceso coincidió con la fecha en la que se instauró la cruz – pero que logró a esa distancia mantener unida a la familia a través de esta ancestral tradición.
El 13 de mayo de 2018, abuelos, hijos, nietos y vecinos, se reunieron en ese domicilio para venerar a la cruz negra, siendo su madrina la señorita Flor Fernanda Romero Peralta. Fue una ceremonia plena de emotividad y unidad familiar, un sublime ritual en el que la historia de la cruz negra y la evocación hacia don Jesús Peralta Huesca, están presentes en el corazón de la familia, quienes inspiran a sus futuras generaciones para que continúen festejando a la cruz que reposa en el seno de el seno de ese hogar.
*Agradecimiento a la señora María del Carmen Panes Peralta por los valiosos datos para la elaboración de esta columna.