OTRO OSO EN LA UV
OTRO OSO EN LA UV
v Pretender obligar
a los académicos a presentar su Declaración de Patrimonial
v Desconocen que el
personal académico de la UV no es “funcionarios”
v Tuvieron que dar
marcha atrás a esa tremenda burrada
Por Miguel Ángel Cristiani González
Una tras otra, el más reciente “oso” de la Junta de Gobierno
de la Universidad Veracruzana y de la administración del rector Martín Aguilar
Sánchez, es la ocurrencia -para no llamarla burrada- de pretender obligar a los
“servidores públicos” a presentar su Declaración de Situación Patrimonial 2023.
Resulta que nuestras autoridades en la Máxima Casa de
Estudios, quisieron cometer la ilegalidad de obligar a los académicos a
presentarles de la declaración patrimonial, y pues por ser una burrada tuvieron
que dar marcha atrás.
Las respuestas no se hicieron esperar en las benditas redes
sociales en donde les reclamaron ¿Por qué no se ponen a trabajar?
¿Quién les dará esas ideas?
Resulta que como al parecer no tienen otra mejor cosa que
hacer para justificar sus salarios, en la Dirección de Responsabilidades
Administrativas y Situación Patrimonial dependiente de la Contraloría General
de la UV, se les ocurrió invitar a los servidores públicos a presentar su
Declaración de Situación Patrimonial 2023.
Hasta se publicó en la página oficial de la Universidad
Veracruzana una sección para dar toda la información, los formatos y hasta un
videíto en YouTube para justificar la solicitud.
Hasta se les amedrentaba con que el último día de este mes
deberían de haber proporcionado sus datos y la información, so pena de ser
sancionados.
Hasta que el pasado miércoles la Dra. Marisol Luna Leal
Abogada General de la UV publicó un comunicado para justificar los motivos por
los cuales no se puede exigir a los trabajadores universitarios que hagan la
declaración patrimonial ante la Contraloría.
les tuvo que aclarar que el personal académico de la
universidad veracruzana no son “funcionarios públicos” sino trabajadores, tal
como lo establece el artículo 353-K de la Ley Federal del Trabajo, el cual
precisa que: “Trabajador académico es la persona física que presta sus
servicios de docencia o investigación a las universidades…”, tal disposición
derivada de lo previsto en el artículo 3º fracción VII, la cual, expresamente
señala que el personal académico de las Instituciones de Educación Superior
(IES) a las que la ley otorgue autonomía disfrutará de la condición de un
trabajo especial regulado por el apartado A del artículo 123 y de su Ley
reglamentaria. En otras palabras, no existe en el nivel constitucional, general
o federal, una definición que permita asignar al personal académico la
categoría de servidor público o funcionario obligado a presentar su declaración
de situación patrimonial.
La pretensión de considerar a los académicos como servidores
públicos desvirtúa y desnaturaliza el fin para el cual fue creado el Sistema
Nacional Anticorrupción, cuyo objetivo nunca fue ir más allá del funcionariado;
su propósito principal es cuidar la función pública y el cumplimiento de los
principios que deben regir a la administración pública.
Por las consideraciones referidas, el personal académico de
la Universidad Veracruzana no está obligado a presentar su declaración
patrimonial, hasta en tanto no exista disposición constitucional, general o
federal, que otorgue el estatus de servidores públicos al personal académico de
las Instituciones de Educación Superior con naturaleza jurídica de organismos
descentralizados del Estado con autonomía especial.
Por lo pronto, ya le dieron otra exhibida de la mala
administración del equipo de colaboradores del rector de la Universidad
Veracruzana Martín Aguilar Sánchez a quien como se recordará la Junta de
Gobierno eligió “por unanimidad”.
La Junta de Gobierno también nombró al secretario académico
pese a que no cumple los requisitos de ley.
También nombró al contralor general del cual depende la
Dirección de Responsabilidades Administrativas y Situación Patrimonial que tuvo
la ocurrencia de que los académicos deberían de presentar obligatoriamente su
declaración patrimonial y de intereses.
Total, no pasa nada, una rayita más al tigre.