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Palabras que burbujean como un refresco

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Palabras que burbujean como un refresco

       Las despedidas y los cerezos son un gran tabú

 

Por Ary Jarvio

 

Después de más de un año de vivir encerrados por la pandemia de COVID-19, las actividades empiezan a volver a la normalidad. Sin embargo, el encierro, la pérdida de seres queridos, la enfermedad y el distanciamiento social provocó que nuestros ánimos estuvieran por el suelo. Justo ahora es el momento de recuperar la esperanza, el optimismo que nos movía muchísimo antes de la pandemia.

 

Durante este año y meses que estamos encerrados, muchos recomiendan ver películas o series o, incluso, anime. Que aprovechemos los servicios de streaming que tenemos a nuestro alcance, como Netflix, que nos ayuden a escapar por un momento de nuestra realidad. Pero, ¿de qué sirve recurrir a estas plataformas si lo que te ofrecen son historias que te dejan con una sensación de incertidumbre? Es por ello que películas como Palabras que burbujean como un refresco son obras que nadie pidió pero las necesitábamos.

 

Palabras que burbujean como un refresco nos cuenta la historia de Cherry, un chico que le encanta escribir haikus y trabaja en un centro comercial atendiendo a personas de la tercera edad, un día de verano, conoce a Smile, una influencer que esconde su sonrisa tras un cubrebocas, ambos se siguen en redes sociales y empiezan a sentir atraídos el uno del otro.

 

La película también nos presenta al Señor Fujiyama, un anciano que es atendido por Cherry en el centro comercial, quien se encuentra en busca de un disco de vinilo que perdió hace años. Como acción de despedida por su mudanza a otra ciudad al final de verano, Cherry decide no descansar hasta encontrar el vinilo que tiene el nombre de Yamazakura y para lograrlo, le pide ayuda a Smile.

 

La cinta aprovecha cada elemento narrativo para transmitir un mensaje lleno de optimismo, desde las paletas de colores combinando colores pastel con colores vivos. La animación enaltece la rutina y lo cotidiano de los personajes, además de ser la encargada de que cada elemento encaje de manera adecuada para que la historia se desarrolle de manera orgánica. 

Los haikus se vuelven una forma muy ingeniosa de desarrollar la relación entre los personajes, desde la amistad un tanto peculiar entre Cherry y otros trabajadores del centro comercial, la manera en la que Cherry expresa sus sentimientos hacia Smile, y la manera en la que el Sr. Fujiyama ve el mundo. Sin darte cuenta, los haikus, de una manera sutil y muy creativa, son el hilo conductor de la historia.

 

Algo destaca el filme es la brecha generacional, mientras vemos a Cherry y a Smile rodeados de tecnología, destacando el uso de sus celulares y las redes sociales, tenemos al Sr. Fujiyama quien, además de estar obsesionado con el vinilo perdido, se la pasa recordando su pasado, especialmente, cuando se inauguró el centro comercial donde se desarrolla la película.

 

Palabras que burbujean como un refresco, o en su nombre en japonés, Cider no Yō ni Kotoba ga Wakiagaru, se tenía planeada para estrenarse en mayo del 2020, pero por el cierre de cines en el país nipón por la contingencia de COVD-19, se retrasó; llegando a cines japoneses el pasado 22 de julio de este año, mientras que en este lado del mundo, la podemos disfrutar gracias a Netflix.

 

La película que celebra el décimo aniversario del estudio de animación japonesa Flying Dog, es una película conmovedora, optimista, llena de color y madura. Si lo que buscas es desconectarte un poco de la rutina, una historia esperanzadora o simplemente llenarte de calidez en estos tiempos de incertidumbre,. no dudes en verla.

 

Calificación: 4 / 5 ⭐