Para Cuitláhuac la prensa es invisible
Para Cuitláhuac la prensa es invisible
Por Edgar Hernández*
¡Y
está muy correspondido!
En
el día de la Libertad de Expresión queda claro que si para el gobernador de
Veracruz, Cuitláhuac García la prensa no existe, para reporteros, fotógrafos y
camarógrafos, así como para buena parte de editores y moderadores de opinión,
tampoco.
Así
se ve reflejado su gobierno en este día y los 18 meses anteriores en que su
imagen y popularidad se encuentran en el piso.
Ello
por más que su protector Andrés Manuel López Obrador nos venga a decir que está
bendito e insista de manera repetida en que es “honesto y trabajador”.
De
paso, ya que el presidente exige a gritos una definición sobre si se está en
favor o en contra de la 4T, de plano confesarle que al menos en estas tierras
veracruzanas con más de ocho millones de habitantes, la ciudadanía, manifiesta
en la opinión pública, tiene sus dudas.
Nomás
no creen en esa transformación y menos en sus dichos.
Eso
es lo que ha sembrado. Es lo mismo que ha cosechado luego del agotamiento de su
discurso y acciones fallidas de progreso y estabilidad; ello luego del
solapamiento a repetidas acciones de corrupción de sus colaboradores y complacencia
a entes delictivos.
Para
los medios la relación con el mundo moreno no ha sido fácil.
Ir a
enterrar a nuestros muertos duele. El desprecio oficial a nuestros
representantes no se olvida. El ahogamiento financiero que cumple fiel con su
labor de exterminio, no dobla ni derrumba a la prensa que en el día a día se
mantiene como fiel centinela de las acciones de gobierno.
Es
el fiel reflejo del poder e índice flamígero de todo acto de corrupción y abuso
de poder.
Y
como en México, por decirlo de manera coloquial, “quien hace la mano hace la
tras”, el gobierno de Cuitláhuac se ha convertido en una copia mal hecha de lo
que para ellos deben ser las relaciones prensa estado.
Así,
si el Peje dice que los periodistas son chayoteros, para Cuitláhuac los
periodistas deben ser madreados y no darles una línea de publicidad.
Y si
la censura a medios y periodistas crece a nivel nacional, en Veracruz de plano
se aplica aquello de que muerto el perro se acaba la rabia… por ello la
escalada de asesinatos contra periodistas.
Andrés
Manuel López Obrador ha venido a Veracruz una decena de veces y en todas esas
ocasiones nos restriega que el gobernador es trabajador y honesto.
De
hecho un día nos vino a convencer de que era una bendición mientras la opinión
pública se preguntaba si tanta insistencia se debe a tanta duda o a cuál
gobernador se referirá porque el de Veracruz de honesto, que se diga ¡que
honesto!, pues no.
Menos
que el Peje grite airado que su chamaco es muy trabajador, cuando la entidad
registra más de un millón de desempleados, cuando el nepotismo gobierna y la
corrupción nos ahoga.
No
se puede ser “honesto” cuando ocupamos el primer lugar en inseguridad pública
ante la presencia de seis cárteles, segundos en feminicidios luego de 17 meses
en primer lugar y regresar miles de millones por subejercicio presupuestal.
En
fin, cada quien con su bendito.
Habría
que concluir que en el “Día de la Libertad de Expresión”, libertad es, a
no dudar, el derecho a decirle a la gente lo que no quiere oír y que en
Veracruz bien aplica aquello que decía don Fernando en el sentido de que “El
poder corrompe y a los tontos vuelve locos”
Tiempo
al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo