PARA NAHLE, TODOS LOS YUNES SON MIGUEL ANGEL YUNES LINARES
PARA NAHLE, TODOS LOS YUNES SON MIGUEL ANGEL YUNES LINARES
Por
Edgar Hernández*
Llama
la atención como desde la víspera del destape el pasado diciembre donde la
alianza PAN-PRI-PRD se manifestó en favor de Pepe, la zacatecana y el
atarantado gobernador Cuitláhuac García han empeñado sus esfuerzos por mezclar,
confundir o maniobrar mediáticamente el apellido Yunes para asociarlo con lo
peor que le ha pasado a Veracruz.
Como
Pepe es honesto, el malo es Miguel; como no le pueden comprobar actos de
corrupción, Miguel si lo es, y como la insistencia es que Héctor y los hijos de
Miguel -Fernando Miguel- si son parientes avecindados hace un siglo en Soledad
de Doblado, pues endosan al de Perote todas las maldades yunistas.
Andrea,
prima -no de Pepe- también es de lo peor, no así el otro sobrino, el “Tato
Yunes” quien es chairo a conveniencia… ese si es a toda madre y la mar de
honesto.
Los
Yunes de Puebla -por ahí hay un Pepe- también para la zacatecana son de la
familia, aunque ni se conozcan y todo lo que se ligue al apellido Yunes -como
los López de Palacio Nacional- son unos pillos.
En el
fondo lo que tratan de crear los inteligentes que acompañan a la zacatecana es
percepción.
Son
juegos mediáticos en donde no se explica, y menos aclara la relación o vínculo
familiar. Si Miguel Angel Yunes Linares ha sido de lo peor y es el mismísimo
Diablo sin calzones ¿por qué con toda la fuerza del poder de AMLO y del
gobierno del estado, no ha sido llevado a prisión?
Se
juega con un fantasma.
Los
Yunes, por mas que se les repita a los lerdos morenos, fueron familias del
mismo apellido, que no familiaridad, que por millares migraron hace mas de un
siglo al continente americano y para el caso de México, cientos de ellos se
asentaron en la ciudad de México, Puebla, Veracruz y Tabasco.
Es el
caso de los Yunes de Perote en donde ni siquiera hay registro de quehacer
político digamos desde la época de Fernando Gutiérrez Barrios que fue cuando
los Yunes de Soledad de Doblado empezaron su carrera política al lado de Luis
Echeverría y López Portillo.
En esa
época Pepe Yunes era un niño y los hijos de Miguel -Miguel y Fernando- iban a
la primaria.
Miguel
y Héctor, que son primos hermanos, empezaron a brillar al lado de Fidel Herrera
y ocasionalmente acudían a saludar al próspero empresario José Yunes, papá de
Pepe, de ahí la relación, más que familiar de amigos.
Fueron
amigos tales que el propio Pepe Yunes les decía “tíos”, desde luego que sin serlos.
Bueno,
pues aclarado todo este desmadre y regresando a tiempos actuales, cuando Pepe
es nominado por la alianza, el brillante grupo de asesores de la zacatecana
“pensó” que si el adversario es honesto, que si es veracruzano, que si no hay
huella de uso indebido del cargo público en beneficio de su familia, entonces
¿por dónde madrearlo?
Rápido,
el inteligente equipo de asesores ideó atacar por el lado de la percepción,
apelando a la superficialidad de la ciudadanía y la propia opinión pública.
Es así
que la perversión fue asociar de manera generalizada a los Yunes, el acusar sin
fundamento, el generalizar de que si uno de ellos es tramposo todos son
tramposos; que si uno robó -aunque no se le haya comprobado nada- todos son
rateros y que si el de más edad, es decir Miguel, es el más experimentado, pues
es el que mangonea a Pepe.
En eso
consiste la simpleza del ataque.
Si
sacan una fotografía de Miguel con su familia le incrustan la cara de Pepe, que
si hay que inventar una grabación pendeja pues que mejor que sea con la voz de
Miguel dando instrucciones a Pepe; que si se trata de las revelaciones del
empresario Arturo Castagné, pues insistir en que fue Miguel el perverso para
favorecer a Pepe.
¿A
todo ello que dirá Miguel Angel?
Pues
no se sabe, pero se observa que se la pasa a toda madre. Todos los días sale a
correr. Trabaja un rato en su candidatura suplente. Acaso en sus ratos de ocio
se acuerda del “viejo guango” y por la tarde toma café en “La Parroquia”.
Mientras
la zacatecana sufre que sufre.
Tiempo
al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo
@LineaCalienteEd