Para Paola Rivas Cuevas
Segunda parte
Por Rafael Rojas Colorado
Paola Rivas Cuevas alterna el atletismo con sus actividades académicas y sociales, es licenciada en Educación Preescolar egresada de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”. Sus conocimientos pedagógicos los aplica en el jardín “Rosas de la Infancia”, como valor agregado a sus pequeños alumnos les describe la importancia de la práctica deportiva. De esta manera los enriquece mucho más y los prepara para camino de la vida.
Paola Rivas Cuevas es consciente de que el ser humano debe de prepararse intelectualmente durante su existir, por esta razón cursó la maestría de Desarrollo de Competencia en la Educación Superior, además ha cursado diversos diplomados en educación, actualmente estudia la maestría en Política y Gestión Pública. En su eterna búsqueda de la superación personal es consejera del Concejo Consultivo del Instituto Veracruzano de las mujeres. Todas estas actividades que no pasan desapercibidas en la sociedad son la causa de que la inviten en los medios de difusión para emitir sus conocimientos, por ejemplo, Radio Magia 93.7 y el micrófono se convierte en esa oportunidad que difunde sus experiencias deportivas y académicas, también habla acerca de la salud, la educación y la incursión de la mujer en el deporte. El canal televisivo RTV le filmó un reportaje a principios del 2018 dando a conocer su faceta profesional y deportiva, y la Secretaría de Educación Veracruzana le otorgó un merecido reconocimiento de Maestro Veracruzano Académico por su desempeño intelectual.
Paola descubrió a través del deporte un forma de apreciar su pueblo natal, trazó un recorrido por las principales calles del centro histórico, la pista de los carriles y el cerro de las culebras; por estas sendas se le ve correr en las mañanas que ella elige, avanza con suma alegría, el viento juega con su cabello y se lo mece en suave vaivén, el chasquido de sus pasos y de la respiración irrumpen el silencio matutino, ella corre detrás de sus sueños, anhelos e ilusiones, su cuerpo se fusiona con la lluvia, la niebla y el sol, a veces el frío le roza la piel y en ocasiones cuando las últimas sombras de la mañana se lo permiten, eleva la vista al firmamento y, coquetas, las estrellas le guiñen desde sus constelaciones. Paola parece flotar en sus entrenamientos al tiempo que va apreciando la fachada de las viejas casas con sus techos de teja y grandes ventanales, lo mismo las torres de las iglesias que le comunican el olor a tiempo y su alma se regocija en ese paisaje urbano, saluda a los madrugadores, sonríe a los perros callejeros y a lo lejos extasía sus ojos en el pico de Orizaba con su cresta de nieve, ese es el entorno permeado de belleza y calidez al cual pertenece, el que siempre le recuerda que está viva, es el pueblo que un 26 de febrero de 1981 la recibió en sus entrañas, la vida la esperaba con los brazos abiertos para mostrarle el matiz más expresivo de sus colores.
No son pocas las veces en las que al terminar su entrenamiento se detiene en la parroquia de san Jerónimo, se encamina al altar y con sumo respeto eleva una oración a la virgen María, la señora Margarita y don Carmelo están presentes en esas plegarias, mañana será otro día.
Paola Rivas Cuevas está consciente de que la mejor pista para caminar es la vida, por esta razón en la alegría de cada nuevo amanecer le regala una sonrisa de gratitud. Paola, muchas felicidades.