Partidos y acuerdos
Partidos y acuerdos
Por
Salvador Muñoz
El juicio que se les hizo a los
partidos que acudieron al llamado del secretario de Turismo Bola 8 para la
firma del Acuerdo por la Democracia Veracruz 2021, de cierto modo fue con
rudeza innecesaria… llamarlos “aliados” fue lo más benevolente; hubo quienes no
los bajaron de “paleros”, “arrastrados”, “satélites”; incluso hay quienes
consideraron que la presencia de esos partidos en ese acuerdo, más que verlos
con disposición democrática, fue una oportunidad para conocer el papel que han
de jugar si alcanzan curules.
Hay, sin embargo, varios detalles que
hay que tomar en cuenta, que hoy y ayer son tema del día en pláticas de café
por las latitudes que alcanzan: La judicialización de la política.
II
Hasta donde la memoria me alcanza, para
hacer crítica, desde la Oposición, fuera del Sistema, ajeno al Poder, se
requerían dos elementos esenciales: lengua larga, cola corta.
Conste, si bien son requisitos
indispensables, eso no implica que del otro lado, de quien sostiene la sartén,
algunas ocasiones haga caso omiso al segundo punto, y entonces se ejerza todo
el peso de la Ley a quien lo confronta con una sola idea: exhibición pública,
humillación, denigrar a la figura o al personaje político… ¡ah! y si se puede,
de refilón, si hay chance, ¡hacer justicia!
Uno de los grandes sucesos que recuerdo
fue el de Dante Delgado Rannauro… cualquier fiscal, antes de entrarle al toro
por los cuernos, o en este caso, al caballo, es seguro que tenía conocimiento
de que el delito que le imputaban, ya había prescrito.
En el caso de Rogelio Franco, hasta
donde mis entendederas me dan, cuando un ciudadano es amparado, se da
conocimiento a las autoridades correspondientes para evitar un desaguisado, o
lo que es lo mismo, violentar sus derechos, o para ser más claro: evitar un
Francazo… claro, todo esto es lo ideal… la realidad va en función de quien
tiene la sartén por el mango.
III
En “Sospechosos Comunes” hay una escena
que me encanta y que me recuerda al Morena de estos días:
Keyser Söze llega a su casa donde tres
o cuatro mafiosos retienen a punta de arma a su familia: esposa y dos hijos, si
la memoria no me falla. Para tratar de doblegar a Keyser, disparan a uno de sus
hijos y lo matan. Aprovechando el momento de éxtasis de sus adversarios, Keyser
saca su arma y mata a su esposa y a su hija. Eso deja estupefactos a los
criminales y también los mata, menos a uno, para que vaya y cuente de lo que es
capaz de hacer… ¿por generar miedo? ¿por mantener el poder sobre los demás? ¿a
poco no les recuerda un poquito el reciente papel de Morena con personajes como
Gonzalo Vicencio, su propia esposa e hijo? ¿O Sofía Martínez Huerta? ¿Quizás
Ramón Ortiz Cisneros?
IV
Así las cosas, en un momento dado, se
puede entender la posición de los partidos que acudieron al llamado del
secretario de Turismo, Bola 8… ¿esperanzados en la democracia del gobierno
estatal representado por “Pedacito de Chapopote”? ¿O evitar su malestar… no sea
que en una de ésas, viendo de lo que son capaces de hacer con los de casa,
estilo Keyser Söze, les apliquen la Ley a secas? porque está visto que al
Sistema en el Poder le vale que se tenga cola corta… Morena nos ha demostrado
que el tamaño realmente poco importa y mucho menos que seas de casa… si se
trata de mantener el Poder, todos son sacrificables.