Pase Sanitario
Los Políticos
Pase Sanitario
Por Salvador Muñoz
Por
cualquier cosa, ya descargué mi Certificado de Vacunación contra el Covid. Sí,
sé que estamos lejos de Emmanuel Macron y Francia, pero igual pensaba que
estábamos lejos de tener un gobernador como Cuitláhuac García ¡y ya ven!
Cuando escucho que el presidente galo pretende extender el pase sanitario a
actividades cotidianas, me queda claro que en México estamos en un paraíso
laxo.
A una persona a la que le comenté de las intenciones de Macron, me aseguró que
el Pase Sanitario está lejos de que nuestras autoridades sanitarias o en un
momento dado, de que el Pejedente lo aplique…
De cierto modo tiene razón… acá estamos relajados con el uso de cubrebocas para
entrar a establecimientos con nuestra respectiva embarrada de gel en las manos.
En una de mis tantas caminatas diarias, una pareja platicaba exaltada de los
“pendejos que le exigían el cubrebocas para entrar a comprar… ¡como si ellos
estuvieran muy sanos los hijos de la chingada!”. Por el lugar de donde venían,
bien pudieron referirse a Wal-Mart o Chedraui.
El Pase Sanitario (certificado de vacunación) en Francia, antes de la amenaza
de la Cuarta Ola, estaba destinado para discotecas y eventos con más de 1 mil
personas; a partir del 21 de julio, se extiende a espacios de ocio y cultura;
empezando agosto, abarcará restaurantes, bares, centros comerciales,
hospitales, aviones y trenes. Es decir, quien no se vacune, no tendrá acceso a
nada, literalmente.
Hasta este momento, sólo he conocido a una persona que no está dispuesta a
vacunarse y no es por miedo a las agujas, sino porque tiene un contexto muy
propio de lo que para él significa la pandemia y las vacunas. En cambio, he
conocido muchas personas interesadas en que les apliquen su dosis, en especial
las de 50 años en adelante. Si bien, mi entorno se compone de un alto
porcentaje de personas mayores de 30 años, los adolescentes y los del segundo
piso no están tan preocupados por ser vacunados y andaban más ocupados por el
chingo de tarea que les dejan en las clases a distancia que cuando iban a las
presenciales. He conocido el caso de una niña, menor de doce años, que no
quiere salir de su casa por temor a contagiarse del Covid… ¡es más, no quiere
regresar a su escuela!
Lo que sí me parece increíble es que a 18 meses de estar viviendo esta crisis
sanitaria, ésta no haya disminuido, sino que hoy se incrementa.
Hay quienes responsabilizan de manera directa al Gobierno federal por la falta
de tacto al inicio y en el avance de la pandemia. Un hombre calificado no como
fuerza de contagio, sino con fuerza moral, que era capaz de dominar al
Coronavirus que le había caído como anillo al dedo, dio a sus adeptos el valor
para seguir su ejemplo.
Hay
quienes igual señalan a ciudadanos a los que, bajo la tesis de “De algo nos
tenemos que morir”, no aplicaban los protocolos demandados, siguieron su vida
normal o simplemente fueron víctimas de las conductas sociales aprendidas por
años: festejo del día del niño (recuerdan las filas enormes en puestos de
pizzas?) de la madre, del padre, navidad, fin de año, día del amor…
Año y medio de crisis de salud y económica… a estas alturas, un alto porcentaje
de ciudadanos ya tienen a un conocido, a un amigo o un familiar que sucumbió
ante el Covid… es evidente que algo estamos haciendo mal.
Por cualquier cosa, ya descargué mi Certificado de Vacunación… el hecho de que
lo pongan a disposición del ciudadano bien puede ser una señal… es cierto,
estamos lejos de Francia, y ya ven, hoy tenemos a un comediante como
Gobernador… si ya se vacunó, ¿qué espera para bajar su Pase Sanitario? Si está
ahí, es porque quizás tengamos que usarlo…
smcainito@gmail.com