PASTORCITOS DE BELÉN
Por Mercedes Fuster
La familia es el
cimiento de cualquier ser humano. Para que sean hombres y mujeres de bien se
debe buscar fortalecer los lazos familiares para que los hijos crezcan con
seguridad, amor y valores.
¿Qué calidad le
damos a nuestra convivencia en familia? Esta navidad tenemos un reto especial
después de tiempos tan difíciles como sociedad y el retorno a una “normalidad”
de distanciamiento y múltiples actividades. Ha sido mucho tiempo de encierro,
de pérdidas, de dolor y enfermedad, de limitarnos por falta de trabajo; pero no
todo ha sido malo, hemos tenido la oportunidad de convivir con quienes más
amamos, aprender a abrazarnos con el alma, valorar lo que tenemos, a economizar
y a descubrir lo que verdaderamente importa.
Esta navidad es una
especie de clausura para regresar a nuestra vida anterior. ¿Realmente
aprendimos el mensaje de lo vivido? ¿Realmente nos mejoró como personas?
¿Aprovechamos cada minuto para unirnos más como familia? Aún tenemos la oportunidad
de cerrar con broche de oro esta pandemia, acercándonos más a Dios y
fortaleciendo nuestra fe. Debemos recordar que una familia que ora permanece
unida.
Esta navidad
tomamos la decisión de adquirir unos Pastorcitos de Belén, estas actividades en
familia con las santas escrituras como base, guiadas junto con unos muñequitos
hechos por manos artesanas de familias indígenas mexicanas, han hecho de
nuestros días un verdadero tesoro INOLVIDABLE. Primero escribimos una carta a
Jesús, donde le pedimos su amor, su protección, su guía y prometimos seguir su
ejemplo según las enseñanzas que nos dio con su vida y obra.
Al día siguiente
comenzó la búsqueda del Pastorcito(a) por la casa y de esta forma se dio inicio
a la aventura en familia. Ha sido una experiencia realmente emocionante
encontrarlo por 1era vez y vivirlo así todos los días esperando que sorpresas
nos esperan, cada actividad practica los valores que Jesús nos transmite y a su
vez, favorece la unión e integración familiar. Existen duendes de la navidad,
pero no nos dejan ese corazón preparado para el nacimiento del niño Dios.
Que esta navidad
llevemos a cabo una búsqueda de Jesús, para descubrirlo en nuestras vidas y en
las personas que nos rodean, ayudándonos a ser mejores personas; también
descubrir la importancia de acompañarlo en oración y con nuestras buenas
acciones, creando recuerdos inolvidables y duraderos en familia. Con la
adquisición de los Pastorcitos estamos donando alimento para las familias más
vulnerables de la comunidad en esta época decembrina, y generando empleo para
artesanos, además de evangelizar en nuestros hogares y fortalecer nuestros
lazos.