Paz o naufragio para la 4T.
Paz o naufragio para la 4T
Por Martín Quitano Martínez
Mi recuerdo cariñoso para
Mary
A fin de cuentas, los
objetivos son simples, seguridad y protección.
Jodi
Rell
Las mayores trabas al
imaginario de la “cuarta transformación” son la violencia y la inseguridad que
afecta a México. El mismo presidente López Obrador asume como real tal
planteamiento, cuando menciona que de no pacificar al país, su gobierno no se
acreditará históricamente.
Por ello es que deben hacerse
cosas mayores a las hasta ahora realizadas, pues a decir de los expertos, los
datos sobre la violencia actual se mueven en niveles muy elevados, en rangos
que forman una larga meseta de infortunios. Se trata de una abrumadora cantidad
de información que desmorona las pretensiones gubernamentales de ofrecer buenos
resultados a la ciudadanía.
Un claro ejemplo del terror
que vivimos es la incremental violencia contra la mujer. Más allá de los datos generales
presentados desde el ejecutivo federal sobre su estrategia “exitosa” contra la
violencia e inseguridad, existen otros datos que confrontan la información que
asegura que vamos bien. La necia realidad que no da tregua e insiste en hacerse
presente con su cara monstruosa y descarnada.
De enero a mayo del 2021, se
cometió feminicidio contra 423 mujeres, un 7.1% más respecto del mismo periodo
en el 2020 con datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del
gobierno federal. También las violaciones tuvieron un incremento del 30% así
como la trata de personas con un incremento del 47%. Son cifras escalofriantes
que muestran la profundidad de una problemática que está muy lejos de tener
remedio si se continúa con las directrices hasta ahora planteadas.
Datos como los mencionados y
muchas otras vivencias relacionadas con homicidios dolosos, extorsiones, robos
y más, es donde se construyen apreciaciones como las que presenta el INEGI en
su última entrega trimestral sobre percepción de inseguridad en nuestro país,
divulgada este lunes 19 de julio, donde se pasa de una percepción de
inseguridad del 66.4% a una del 66.6%, evidenciando un incremento en la opinión
de que su ciudad es insegura en mayores de 18 años.
La percepción de inseguridad
fue mayor en las mujeres con un 71.3%, que en los hombres con un 60.9%. Respecto
de lugares concretos, los cajeros localizados en vía publica son los puntos que
generan más miedo con 77.6%, seguidos del transporte público con 71.4%, de los
bancos con 63% y de las calles con 59.6%.
Los datos de la violencia
mostrados por el INEGI son oficiales y de consulta pública y acaso confirman
que en un tema prioritario y sustantivo, la estrategia seguida por las
autoridades deja mucho que desear e implica un reto para el proyecto político que
prometió transformar nuestras condiciones nacionales. A no dudar, es un escollo
del mayor calado que sin duda puede hacerlo naufragar.
LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
Una
buena noticia: el derecho a decidir.
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