PEDRO PÁRAMO: COMPLEJA Y APEGADA AL LIBRO
PEDRO PÁRAMO: COMPLEJA Y APEGADA AL LIBRO
Nancy Gutiérrez Vargas
Agencia Reforma
Ciudad de México 7 noviembre
2024.- Érase una vez, que un cinefotógrafo mexicano, increíblemente talentoso e
internacional, se decidió a filmar su primera película como director. ¿Cómo
acometer este reto? Llevando al cine, una de las novelas mexicanas más
emblemáticas: «Pedro Páramo». La vara está alta.
Juan Preciado (Tenoch Huerta) camina sin
rumbo. Muerto de calor, le pregunta a un campesino (Noé Hernández) que dónde
está Comala. El hombre contesta que él también va para allá y pregunta al
foráneo la razón de su visita. «Busco a mi padre, Pedro Páramo.»
«Yo también soy hijo de
Pedro Páramo,» revira el campesino.
¿Cómo llevar al cine una
novela de realismo mágico, en el que el tiempo y el espacio se confluyen y
confunden? Podría parecer no tan difícil, pues el cine tiene esta cualidad de
aglutinar intenciones y sueños; pero tal cual sucede en Comala, las
apariencias, son un engaño.
Lo que hace Prieto es tomar la
misma dirección que la novela, con todo y el orden -o desorden- en cuanto a
personajes y diálogos. Lo que resulta es un filme apegado al texto, pero con el
trazo impalpable ad-hoc a un fotógrafo: a través de imágenes etéreas que captan
esta ensoñación constante.
Lo curioso, es que justo ahí
está la mayor ventaja de la película, y a la vez, su mayor limitante: estos
retratos oníricos, son de ritmo pausado, acompañados de medias palabras, voz en
off y de enigmáticos significados, un ejercicio increíblemente demandante y
complejo para un espectador promedio. Poco accesible para quien no conoce el
escrito.
Sin duda hay una buena
dirección de actores: sobresalen Manuel García Rulfo (pariente lejano del
autor), Roberto Sosa, una breve pero significativa Ilse Salas y una excelente
Mayra Batalla como Damiana.
En el último tercio, justo con
la aparición de Salas, la película parece repuntar y agilizar el rumbo. La
imagen final que nos llevamos del filme es, eso sí, un mexicanismo palpable que
exuda por cada pixel. No hay un momento pocho o agringado, o una intención de
facilitar el texto.
Ésta es la película que quería
hacer Rodrigo Prieto. No es precisamente dócil, pero vale la pena el esfuerzo.
Pedro Páramo
Dos estrellas y media
Dirige: Rodrigo Prieto
Actúan: Manuel García-Rulfo,
Ilse Salas, Mayra Batalla
Duración: 130 min.