PENSAMIENTO CRÍTICO
PENSAMIENTO CRÍTICO
René
Sánchez García
Cada vez que ocurre o sucede un hecho o un
fenómeno de tipo social, ya sea de índole político, económico, religioso,
cultural, la gran mayoría de los hombres y las mujeres recurrimos por instinto
primario a responsabilizar a las personas e
instituciones involucradas;
más nunca nos volcamos a la investigación documental o visual de los orígenes,
las causas y las consecuencias de dicho hecho social. A todos nos es más cómodo
dejarnos llevar por la información manipulada de la televisión, la radio, el
periódico o lo que se publica en los medios nuevos de comunicación digital o de
las redes sociales, que poner a trabajar nuestra mente para buscar una
explicación lógica.
Muy pocas somos las personas
en el mundo que vayamos a los diccionarios, las enciclopedias o los libros de
texto especializados. Tampoco buscamos escuchar las explicaciones lógicas y
razonadas de un especialista en el tema que nos preocupa, a fin de que nuestra
mente tenga las herramientas necesarias para analizar, sintetizar, valorar,
interpretar y comprender esa situación social que no atañe. En mucho de los
casos protestamos o demandamos sin ton ni son, de una manera ilógica o bastante
subjetiva, en donde los supuestos “razonamientos” son personales o de beneficio
propio y no para todos los ciudadanos del mundo.
A veces es más fácil actuar
por impulso que pensar. El pensamiento es una cualidad de los seres humanos, también
es la capacidad que tienen las personas de formar ideas y representaciones en
su mente, relacionando dichas ideas, unas con otras hasta llegar a tener un
panorama más objetivo e imparcial del problema que nos ocupa. Esto no es fácil,
en lugar de dejar todo en manos de un ser divino, hace falta hacer trabajar
nuestro cerebro en tipos de pensamientos como el deductivo, el interrogativo,
el creativo, el analítico y el crítico. Para ello hay que leer, documentarse en
buenas fuentes, intercambiar ideas con otros interesados, etc.
Lo más recomendable es llegar
a tener un pensamiento de tipo crítico, cosa nada sencilla, pues se necesita
mente abierta, motivación y disposición a toda hora, ser siempre imparcial,
confiar en la razón y no en los dogmas, trabajar a diario por una perseverancia
y una integridad intelectual, tener mucha empatía intelectual, así como
entereza ante las consecuencias de los que piensan diferente, pero por sobre
todas las cosas lograr con el paso del tiempo tener gran libertad de pensamiento
y una amplia humildad intelectual. Recordemos que todo esto es un proceso que
se va logrando con el paso de los años y del estudio, la especialización y la
difusión de nuestras ideas, conceptos y conocimientos logrados.
Para el filósofo Spinoza siempre
fue más importante la razón que cualquier dogma, por ello expresó: “No creo que
cuestionar o criticar las cosas sea una enfermedad, la obediencia ciega sin
cuestionamientos es la enfermedad”.
sagare32@outlook.com