Pepe “Chocolate”, la sorpresa
Pepe “Chocolate”, la sorpresa
Por Edgar Hernández*
¡Caballo que alcanza, gana!
Cuando Ricardo Ahued ya desde ahora destapa el
champagne adelantando su victoria y justo en momentos que el llamado “Tontín”
de la política David Velasco, anda con una encuestita presumiendo estar dos
puntos arriba en la preferencia electoral, un aspirante de “El Dique” que garantiza
la seguridad pública y acabar con la corrupción, Pepe “Chocolate”, se cuela a
la recta final.
Con un voto dividido; siete candidatos en la puja -Cinthya
Lobato, Uriel Flores, Raúl Arias, David Velasco, una desconocida Itzel Jurado,
Ricardo Ahued y José Alberto Pérez Fuentes, el “Chocolate”- lo que más desea la
ciudadanía, molesta por las corruptelas e incapacidad del alcalde saliente de
Morena, Hipólito Rodríguez, es que no le repitan la dosis.
Los jalapeños ya no quieren más de lo mismo.
Por ello como globo desinflado y con escaso respaldo
ciudadano, Ricardo Ahued arranca su campaña; una campaña de tres pesos en donde
le apuesta a que alcanzará el voto gracias a que es un hombre respetable,
honesto que regala trastos y toppers, pero con una marca que lo mata al estar
representado por un partido, Morena, que repudia la ciudadanía.
Es la ciudadanía de las zonas proletarias que tiene
guardada su decisión, que no la externa ni comenta por temor a que le retiren
su dinero y beneficios sociales -arma de chantaje de Morena- pero con la
determinación a expresarse en contra el día de la elección.
A la par, Ricardo Ahued duerme con el enemigo, o los
enemigos, que son el gobernador Cuitláhuac García, el secretario de Gobierno,
Eric Cisneros “Bola 8” y el responsable de las despensas y apoyos ciudadanos
desde la Secretaría de Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, tres pájaros
de cuenta que habrán de impedir, con todo, que el “Zar del Plástico” llegue a
la alcaldía ya que en automático se colaría a la disputa por la gubernatura en
el 2024.
Mientras el otro, David Velasco, a quien no lo apoya
ni su familia ya que los Chedraui están peleados con los Fernández Ávila,
presume ser el indiscutible vencedor, pero en los hechos carece del respaldo
ciudadano.
El pasado martes inició su campaña con un mega mitin
cuyo acarreo y pago a las huestes se estima en tres millones de pesos, sin
embargo, al día siguiente aun con la cruda del triunfo, despierta para
enfrentar el cruel desprecio de la ciudanía.
Es recibido por el vecindario en la mayor parte de
los casos con la puerta en las narices. Aún recuerdan su pésima gestión como
alcalde en la era de Fidel Herrera.
Repartiendo pulseritas y camisetas y prometiendo las
perlas de la virgen, David Velasco Chedraui, asegura a los medios que la
victoria está de su lado, pero.
Su campaña nomás no pega.
Promete cargos y direcciones a todo opositor
político que se encuentra a su paso y se abraza a la alianza que confía en que
la pulverización del voto lo haga ganar con 35 mil sufragios.
Pero no es fácil.
Con el rabillo del ojo la coalición PAN-PRD-PRI y la
alianza Morena-PT-Verde, observan como pan pianito el “Chocolate” se les cuela.
Sin presumirla tanto sabe que cuenta con un voto
duro de 25 mil jóvenes deportistas que hace 30 años apoya. Es la gente de los
barrios, de su propio barrio. Es “El Dique” que desborda júbilo.
Es la gente sin empleo; de las áreas de atención a
drogadictos que patrocina y, acaso lo más importante, el proyecto de regresar a
la policía de barrio con el apoyo del vecino vigilante para crear una red de comunicación
y respuesta rápida ante la acción criminal.
El tema de la falta de agua lo resolverá con
recolectores públicos y adaptación de los túneles que cruzan Xalapa como
grandes depósitos acuíferos. Se hará rodear asimismo de un Consejo Ciudadano
que tome decisiones en temas de cultura, bellas artes, empleo y ordenamiento
vial.
Pepe “Chocolate” ha recibido desprecios y
descolones; ha sido incluso puesto en tela de juicio su color de piel -su madre
fue de ascendencia africana avecinada en Yanga- y no le dan valor a su
discurso, pero ahí está.
Avanza y se cuela mientras los grandes celebran una
victoria que solo está en manos de los capitalinos que hoy, a un mes de las
elecciones, ya saben por quién votar.
Tiempo
al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo