Pepe Yunes regresa a la política, Américo
Línea Caliente
Por Edgar Hernández*
¡Cuenta con los requisitos para ser de nueva cuenta candidato a gobernador!
El dirigente del PRI en Veracruz “me voy en noviembre” sostiene que Pepe Yunes sigue siendo la mejor opción de su partido; que las rémoras, traidores y “quienes se escondieron bajo las piedras los últimos cien días previo a la elección” no tendrán cabido en la nueva etapa del tricolor.
“Tenemos una deuda con el más de medio millón de priistas que votaron por Pepe Yunes”, afirma.
“Jamás pacté con Miguel Angel Yunes a quien, por el contrario, le he cuestionado su trabajo político y mi lealtad con Pepe Yunes, de toda una vida, me impide traición alguna entregando mi simpatía al PAN o a Morena”, sostiene Américo Zúñiga en entrevista con este reportero.
Fue una charla larga, muy larga, casi tres horas.
Notablemente esbelto, la cara afilada; de impecable vestimenta –zapato color tabaco, pantalón azul, camisa celeste y un saco sport que apenas llegaba al azul marino- y de nítida expresión define su futuro y habla de José Francisco Yunes Zorrilla, quien ha sido criticado por tan eventuales y cerradas apariciones públicas después del primero de julio.
Evoca Xalapa.
También a su padre y su mamá, Guillermina. Recuerda que ya son 20 años de andar en la brega. También regresa en su historia, la familiar (mi papá tuvo 12 hermanos)… “¿Te acuerdas Edgar de Rafa, mi tío?, pregunta al reportero: “Fue periodista; recuerdo que escribía muy bien. Tenía un periódico, El Tiempo, donde trabajó José Luis Poceros”… y las
ingratitudes –mi estimado Edgar- “cuando ayudas a alguien te aplauden, cuando dejas de hacerlo se convierten en tus peores defenestradores”.
“Olvidan el pasado”.
¿Qué paso por tu mente luego de enterarte de la derrota del primero de julio?
“Fue una equivocación muy costosa”.
¿De quién, de quiénes?
“Al aproximarse el primero de julio nos encontramos con traiciones y divisiones y a un gobierno, el de Miguel Angel Yunes y su partido, el PAN, puntual en su lucha por desmantelarnos. Equivocó su estrategia de no llevar la contienda a tercios. Yunes se equivocó al tratarnos con violencia innecesaria… ¡Y todo se paga!”.
¿Qué pasó al interior del PRI?
“En el cuarto de guerra se le insistió de siempre en que Pepe Yunes debería endurecer el discurso; que agrediera; que se defendiera; que descalificara… que cambiara”.
Pero no sucedió.
“No. Pepe es un caballero. Es enemigo de la diatriba. El piensa en la política de manera diferente”.
Pero, perdió ¿No?
“Si, perdimos. Pero no fueron causas atribuibles a su causa, a su persona. Pepe fue el mejor de los candidatos en contienda. Y no solo perdió Veracruz, perdió toda la república, salvo Puebla; perdieron enclaves con Yucatán en donde el candidato a la gubernatura iba 10 puntos arriba… y el estado de México, donde gobierna el primo del gobernador, también se vino abajo. Fue el voto switch”.
¿Por qué el derrumbe tan generalizado?
“Fue una epopeya. Fue el reflejo del fastidio. Fue la respuesta ante la corrupción, la podredumbre, los excesos. Ese hartazgo que provocó una votación masiva en contra”.
Veracruz incluido con todo y su buen candidato ¿Es que no se dieron cuenta, Américo; es que estaban tan confiados?
“No mi amigo. Veníamos de la pérdida de la gubernatura en el 2016 producto de un gobierno priista que reventó. Luego, el año pasado se sucedieron las municipales donde solo se pudieron conservar 40 alcaldías de cara a un gobierno, el del ex priista Miguel Angel Yunes, que lo atacó y puso contra la pared”.
¿Ya como dirigente priista usted fue engañado?
“No. No me puedo decir engañado. Siempre fui un convencido del proyecto de Pepe Yunes, el PRI tras la nominación tenía mucho que ofrecer pero ya no pudimos parar los imponderables”.
¿Cuáles?
“En primer lugar los traidores aquellos que guardaron silencio, que se mantuvieron escondidos en sus guaridas temerosos de que los viera Miguel Angel. Luego la cuestión económica producto del saqueo y en tercer lugar el descontento social”.
“Para quienes se quedaron mis respetos. No así para los simuladores y traidores de closet que ve, ahora se erigen como salvadores del PRI y van por él en su calidad de carroñeros”.
¿Usted fue un traidor?
“¿Traidor es jugársela con todo?.. Seamos serios. Yo fui parte de los que se la jugaron al ciento por ciento. Yo decliné postularme para la diputación plurinominal para dar paso a otros compañeros ¿Eso no es jugársela? Nunca fui un gandalla. Fui un aperturista. Yo retribuí”.
¿El PRI va camino a su desaparición?
“Yo no lo veo así. Ante el avasallamiento de Morena que el primero de julio se llevó 30 millones de votos en toda la república, ante la histórica votación en favor de Cuitláhuac García que rebasó el 1.6 millones de sufragios y dos millones para Andrés Manuel López Obrador en nuestra tierra, el tema ahora son los contrapesos”.
¿Contrapesos?, se le pregunta a un entrevistado tranquilo, sin asomo de coraje y optimista de su futuro “regresaré a la academia, soy académico de número para esperar los tiempos para el regreso a lo mío, la política”:
“Si, contrapesos. México necesita una oposición crítica, seria, responsable, contestataria. El PRI necesita dejar la confronta. Debemos de voltear a ver a nuestra militancia, a la gente valiosa, a la experimentada, al igual que a la gente nueva”.
¿Cómo Marco del Angel?
“Hay gente que no entiende. Hay quien no me conoce y se atreve a acusarme como responsable, cuando fuimos miles de priistas los que no pudimos llevar a nuestro candidato a la victoria”.
¿Qué respondes a quien te señala de corrupto?
“Yo nunca he tenido un escándalo de corrupción. Yo nunca cometeré un error de ese tipo. Yo manejé mil millones de pesos como secretario de despacho; fui presidente municipal con el segundo presupuesto más grande de Veracruz, ocupando el segundo lugar en transparencia a nivel nacional. Resolví deudas financieras graves…”
“¡Están cabrones, quienes me acusan!”, remata con señalada molestia.
Américo Zúñiga presume conocer bien la historia de Veracruz. Recuerda el hermanamiento de Xalapa con Managua; la donación a Belice de una la cabeza colosal de nueve toneladas, emblema de Xalapa, que costó 250 mil pesos su construcción y también regresan su memoria las gigantescas baldosas que conformaron por siglos la calle de Enríquez y que hoy son bancas públicas.
¿Se va usted derrotado?
“No me retiro derrotado. Soy un político profesional con dos décadas de servicio público y tengo nuevos caminos por conquistar”
¿No cree usted que sus servicios en favor de Morena o el PAN serían muy útiles?
“No señor, yo nunca trabajaré para Morena, ni para el PAN. Yo soy congruente. No me convencen los que tiran al cesto sus ideales. Hoy mi reto es todos los días construir la historia, que nunca se avergüencen mis hijos que su padre fue un mercenario o acomodaticio”.
“Hoy los traidores y corruptos se quieren apoderar del PRI. Si es así, seguiremos cosechando derrotas. El PRI necesita un refuerzo generacional. Debemos tomar la gran decisión de sacudir prácticas y mentiras que nos han estado dañando. No se le puede fallar a los 40 mil que votaron por el PRI en Xalapa, ni a los más de 500 mil que en todo Veracruz apostaron por Pepe Yunes”.
¿Pepe Yunes está muerto?
“¡Nooo! Y déjeme ser claro. Pepe Yunes ni se retira de la política ni cierra sus aspiraciones. Fue el mejor candidato en el peor momento y podría ser de nuevo el candidato de nuestro partido a la gubernatura. Cuenta con los requisitos. Pepe le hace falta a la política. El va a regresar a lo suyo. Yo fui un orgulloso equipero. Estoy contento de haber sido parte de su esfuerzo. Acepto mi culpa y responsabilidad, pero soy orgulloso priista”.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo