PLAN “C” DEL PEJE, DESMANTELAR AL INE PARA GESTAR UNA ELECCIÓN DE ESTADO
PLAN “C” DEL PEJE, DESMANTELAR AL INE PARA GESTAR UNA ELECCIÓN DE ESTADO
Por
Edgar Hernández*
La
desesperación de López Obrador lo está llevando a pretender robarse la elección
presidencial.
Con
desbordada ambición y un apetito imperial por controlar la sucesión
presidencial, se adelanta a una previsible deserción de sus corcholatas –Ebrard
y Monreal- tras el destape de Claudia Sheimbaun o Adán Augusto López, con una
elección de Estado.
Ya
ve venir la fractura.
Del
lado de Marcelo Ebrard, las repetidas quejas son por no tener piso parejo en
sus legítimas aspiraciones al permitir que el dueño del balón deje que Sheimbaun
ande en abierta precampaña.
Ello,
al igual que otorgar carta abierta al titular de Gobernación en su gira por
toda la república quien no para de hacer amarres y compromisos con
organizaciones y grupos de poder.
Ambos
amarran plazas, comprometen espacios de poder y disponen del dinero público,
mientras que al Canciller lo mantienen prácticamente fuera del país so pretexto
de su responsabilidad al frente de la política exterior.
Mientras,
en la cancha de Ricardo Monreal las cosas no van mejor.
Desde
su posición de liderazgo en el Senado de la República, se ve impedido
institucionalmente a entrar en desacato legislativo al mandato presidencial y
no puede avanzar en su proyecto por sus repetidos desencuentros con López
Obrador.
Ambos
no son más que el relleno de AMLO.
Han
sido, por tanto, objeto del coqueteo opositor, más Monreal, pero no menos
Ebrard quienes tras una eventual deserción de Morena, podrían retirarse del
proyecto de la 4T llevando consigo su capital político acumulado en casi medio
siglo de andar en la política.
El senador
de la República bien que sabe los secretos del Peje.
Conoce
de sus alianzas criminales y de dónde procedieron los patrocinios. El mismo
operó múltiples amarres y acuerdos con Peña Nieto y la gente del PRI y sabe de
compromisos en donde López Obrador está metido.
Ebrard
dejará la plaza, pero no para tirarse a la milonga al saber en estos momentos
que podría ser la punta de la lanza de la Alianza opositora.
El
caso Monreal.
Conocedor
los sótanos del poder de López Obrador puede hacer tanto bien como mal. El
senador fue fundador de Morena y ha sido patrocinador, en repetidos momentos,
de la causa pejista.
Ya
mismo, Monreal trae un largo y añoso diálogo con su par Dante Delgado, en la
misma proporción que con el viejo PRI, con la nomenklatura y con los hombres del
dinero, muchos de los cuales estarían dispuestos a invertir para hacerle la
faena a López Obrador.
El zacatecano
es conocido en todo el país y es muy respetado. Cuenta con liderazgo y ha sido
bien recibida su postura de víctima del lopezobradorismo.
La
bomba.
Pero
la fórmula Ebrard-Monreal llevaría a la república a la hecatombe.
Detonaría
la alternancia resultante del bajo capital electoral de Morena -15 millones de
votantes- y capitalizaría la inconformidad de una ciudadanía dividida y
confrontada por las intrigas presidenciales. En resumen: llevaría a las urnas a
una sociedad civil hasta la madre de López Obrador.
El
“Plan C” del Peje.
Partamos
del razonamiento presidencial del lunes pasado donde en la Mañanera el
solitario de Palacio, tras mofarse y minimizar la “Marcha en Defensa del INE”,
adelanta, advierte y amenaza de manera reiterada que Morena ganará la
Presidencia.
“Les
vamos a volver a ganar ya que la población seguirá apoyando la transformación
de México”.
¿Les
vamos a ganar?
Si
damos por sentado que el electorado lo va a llevar de nuevo a la victoria en el
2024, entonces, ¿por qué el afán de destruir al INE?
Simple.
López
Obrador, viejo y mañoso priista, sabe que las corcholatas que mande a la basura
–Ebrard y Monreal- se van a inconformar, van a desertar y se van a unir en su
contra.
Sabe
que se aliarán con los conservadores y ya, del otro lado del mostrador, concitarán
a la sociedad civil para que se sume a su proyecto de alternancia por la vía de
proyectos atractivos como serían un futuro gobierno parlamentario o un
presidente acompañado de un jefe de gabinete.
Veneno
puro será para un disminuido presidente, un candidato prototipo como Luis
Donaldo Colosio o Enrique de la Madrid a los que se sumen Ebrard y Monreal.
De
ahí, la urgencia del Peje por un “Plan C”. De ahí la necesidad de planear desde
ahora una elección de Estado.
Tiempo
al tiempo
*Premio Nacional de Periodismo