PLANEACIÓN DEL PRESUPUESTO EN MANOS DE APTOS Y NO APTOS
Por José Luis Enríquez Ambell
Se debe reconocer que hoy en
hogares y oficinas públicas como privadas no hay dinero que alcance.
También se debe decir cómo
reconocer que el armado desde la planeación del ciclo presupuestario que se construye
en el sector gobierno -y toda entidad pública- tiende a organizar el ejercicio
y control de los recursos anualmente, o sea, del 1o. de enero al 31 de
diciembre.
De ahí que no se entiende ni
justifica que obras, servicios y acciones el sector gobierno las inicie ya
avanzado el año, pues la discusión y aprobación del PEF o llamado Paquete
Económico es en la recta final del año previo o sea en este 2022 para ejercerse
en 2023.
En lo federal, algunas
dependencias ya sufrieron recortes en su gasto,- salud y educación, como
ejemplo- aunque la SHCP dijo que hubo otras beneficiadas: SECTUR, CFE y SENER,
dependencias con recursos adicionales en el primer semestre y es
probable resulte igual en esta recta final de 2022. Se entiende en el caso de
la Sectur, como respondable de construir el Tren Maya, a través del
Fonatur, pasó de tener originalmente 31 mil 311 millones de pesos a 52 mil 212,
es decir, 20 mil 901 millones de más, pero el tema es que «la planeación y
proyección para el presupuesto» falló de manera gigante, casi el 40% y
lleva a buscar reducir en otros sectores.
En el Estado y Municipios de
Veracruz el y los recortes o ajustes a unos también han sido en beneficio de
otros sectores «favorecidos» o sea, pareciera que «la no óptima
planeación lleva a sospechar qué hay quizá instituciones de primera clase y
hasta de segunda”.
En el quehacer público sólo
hay «aptos y no aptos”, Planeación y programación del presupuesto debe
recaer en manos de los primeros, y si no alcanza lo que se presupuesta nos dice
que fue hecho por los segundos, así de simple.
Así pues, los anuncios
relativos a la implementación de acciones llamadas “austeridad» y que se
traduce en ajustes e incluso limitar viáticos de funcionarios, por citar un
concepto del presupuesto, es una clara prueba de no estar apto para la administración pública. Y esto,
llevaría a tener que hacer cambios como en el béisbol; un equipo o cuadro es el
inicial y otro el que cierra, y ya comienza el final de un sexenio y no sólo de
un ejercicio anual dado que 2023 se vuelve el último ejercicio ya que al 2024
se le denomina de campaña y elecciones.
Cuando hay recortes al
presupuesto en el quehacer público nos dice que algo no funciona, pone en clara
evidencia a un fantasma enmascarado de “ineficiencia e ineptitud” dado que no
contar con los recursos suficientes para la operación se traduce en no haber
hecho bien la tarea de planeación y programación. Y oír decir que recortan
personal y tareas para garantizar aguinaldos y hasta las prestaciones
anualizadas hace más que evidente lo dicho.
Ahora bien, el no captar los
ingresos suficientes también nos dice que al menos debe revisarse el tema
fiscal y de no hacerlo nos empujaría a problemas de mayores desajustes presupuestales,
así como, de desequilibrio económico. El termómetro de la austeridad con mala
planeación, programación y control dice el semáforo de la administración
pública que puede pasar del amarillo al rojo y así alejarse del verde.
Esperemos que el buen fin
venidero y la derrama natural que mueve el cierre de año con aguinaldo y
ahorros, se supere el pasivo anual acumulado y no vaya a resultar un resfriado
muy mal atendido entre los aptos y no aptos.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
Los titulares administrativos
en algunas instituciones públicas y su estructura de recursos humanos,
materiales, servicios generales, informática o similar, entre otras, aún cuando
parecen no resultar muy aptos para sus encomiendas, ya cotizan y organizan reuniones
post comparecencias con sus jefes ante el Congreso del Estado y hasta festejos
pre y navideños. Para algunos conceptos, sí habrá; felicidades !
¡ ES CUANTO !
enriquezambell@gmail.com