Polémica entre los “golpistas y separatistas” del Cuic y los “politiqueros” de AMLO
Polémica entre los “golpistas y separatistas” del Cuic y los “politiqueros” de AMLO
Por
Edgar Hernández*
¡El
erosionado gobierno del Peje se mueve entre la BOA y el GOAN!
El saldo de la décima tercera
visita de AMLO a Veracruz, se vio ensombrecida no solo por la embarcada que
pretendió darle Cuitláhuac García, sino por el airado reclamo de madres de
desaparecidos al gritarle, al más puro estilo jarocho, que prefería atender a
la mamá de “El Chapo” que a ellas.
Hoy ya no hay duda que la política
no es lo suyo.
Menos para el imberbe
mandatario veracruzano que por quedar bien con el patrón señaló como
“golpistas” y “separatistas” a 9 gobernadores obteniendo por respuesta un
rotundo “¡No es así!” de parte del Peje.
Saliendo por la tangente el Presidente
precisó que el movimiento de los gobernadores opositores, es solo
“politiquería” despivotando así la presión de quienes en días pasados
sostuvieron que “México no puede desandar el camino del federalismo, de los
contrapesos, ni de la libertad. No hay lugar al regreso de una suerte de
república monárquica”, dijo.
El pronunciamiento de los
mandatarios del llamado GOAN, se sucedió previo a la visita presidencial a
Veracruz, mismo que rechazo con un “No me voy a dejar. No voy a permitir que se
ningunee la investidura presidencial”.
Hasta ahí el pleito estaba en
tablas.
Sin embargo, alguien aconsejó
a Cuitláhuac que había llegado el momento de descubrirse el pecho, envolverse
en la bandera nacional y tirarse de los balcones del Castillo de Chapultepec, gritando
un no al golpismo y a los intentos separatistas de sus pares.
Cuitláhuac jamás imaginó que
el peso de sus palabras iba a provocar una inmediata reacción en contra de
parte de su mismo jefe, de su partido y de los gobernadores opositores.
Nunca midió que al hablar de
golpismo, invocaba a las fuerzas armadas con las cuales en estos momentos, la
fiesta va en paz.
No calculó que con su dicho
etiquetaba a los grupos extremistas dispuestos a entrarle a la insurgencia; a
los partidos políticos a ganar votos con el rechazo a la dictadura pejista y, al
mismo tiempo, despertaba ese apetito anexionista de Estados Unidos que en el
pasado ya nos arrebató media república.
Un golpe de estado no es otra
cosa que la toma del poder político de un modo repentino por parte de un grupo
de poder, vulnerando las normas legales de sucesión en el poder vigente con
anterioridad.
En tanto que las acciones
separatistas son movimientos sociales de carácter político que
aspiran a la autonomía respecto a una institución política y un primer paso,
como se está viendo en algunas entidades de nuestro país, es revisar el Pacto
Fiscal como paso previo a la ruptura del Pacto Federal.
Los gobernadores
andan con un apetito de confrontación al reunirse nueve de ellos en la cuna de
la Independencia, en Dolores Hidalgo, Guanajuato, para cuestionar la actitud
dictatorial del Presidente López Obrador.
Esos “golpistas” y
“separatistas”, como los llamó Cuitláhuac, son los mandatarios estatales de
Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval; de Querétaro, Francisco Domínguez
Servién; de Yucatán, Mauricio Vila; de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de
Vaca; de Chihuahua, Javier Corral; de Baja California Sur, Carlos Mendoza
Davis, y de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, además del gobernador de
Durango, José Rosas Aispuro, y Antonio Echevarría, de Nayarit.
Si por alguna razón fuera
realidad el pretendido separatismo del que habla el gobernador, se partiría en
tres la república, norte, centro y sur.
Con ello se cumpliría ese
viejo sueño de construir como república la Capitanía de Yucatán, al tiempo que
las entidades de más alta productividad se proclamarían como repúblicas
independientes.
¿En eso pensó Cuitláhuac
cuándo ayer abrió la boca con ese raro modito
de hablar como el Peje?..
¡Creo que no!
Simplemente se
lanzó como el borras esperando el aplauso presidencial que en realidad fue
mohín, ya que a la suma golpista y separatista, le colgaron la medalla de omiso
por no atender a las madres de los desparecidos.
Lo esperamos la próxima
semana, señor presidente.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de
Periodismo