Por Ramón Durón Ruíz (†)

Hay una historia que se cuenta de Gilbert Keith Chesterton, –uno de los escritores británicos más importantes del siglo XX– dueño de una inteligencia sin igual y de un humor que supo cautivar a todos.

“Cierta mañana cuando viajaba en el tren, llegó el boletero a solicitarle el ticket de su pasaje, Chesterton empezó a buscarlo en las bolsas de su abrigo, sin lograr encontrarlo, luego pasó a las de su traje y posteriormente a las de su camisa, como no conseguía dar con él y el tiempo pasaba, con el consecuente nerviosismo, su transpiración fluyó agitándose su respiración; el boletero que conocía al prestigioso escritor y sabía de la fama bien ganada, amablemente le dijo:
–– ¡Tranquilo!, ¡tranquilo!, no se ponga nervioso, no hay problema, que no le haré pagar otro boleto nuevamente.
–– No es pagar lo que me hace estar con el alma en un hilo –repuso Chesterton–, lo que en verdad me preocupa es que… ¡HE OLVIDADO A DÓNDE VOY!”
Pues al viejo Filósofo de Güémez no se le puede olvidar hacia dónde va, porque su camino será siempre el de ir a manifestarte los dones curadores y terapéuticos de los que gozan el poder del amor y del humor.

El amor, porque es una bendición que no sólo todo lo puede, sino para su bien –apreciable lector – también todo lo transforma, la energía del amor es tan poderosa que entre más das, más recibes, más alimenta tu cuerpo, más fluye por tu mente, más fortalece tu alma, más mana de tu corazón.
Como viejo que soy, soy un convencido que no existe en el cosmos medicina mejor que la que se genera con “la frecuencia altísima del poder del amor”.
Es tiempo ya de que recuerdes que el amor está lleno de magia, ese encantamiento que transforma tu vida en algo excepcional, que te emancipa de tus miedos, que enriquece tu autoestima y sana tu mente de viejos pesares, agravios y dolores; es tiempo ya de que te des permiso de amar sabiendo que eres fuente inagotable de vida, porque la lección del amor es que estás aquí no para sobrevivir, sino parar vivir en abundancia de bienes, triunfar y ser feliz.

Así mismo, el humor, goza del poder de transformar tu microcosmos y alinearlo con el universo, para que seas recipiendario del inmenso caudal de dones y bienes que la vida tiene para ti. El humor aliviana la carga diaria de tu trabajo, elimina tus pesares, enriquece tu espíritu, transforma los sinuosos caminos y las cuestas arriba de tu vida en el paisaje multicolor más maravilloso, te transforma en un ser amoroso, productivo; te lleva a dejar tu alma estampada en la faena diaria.

En ese sentido, en la Agenda de El Filósofo de Güémez 2019, –que ya está a la venta–, busca plasmar el sentido de la vida suficiente para que cada día esté lleno de la magia del amor y del humor, poderes que hacen que tu vida sea diferente.
La Agenda de El Filósofo de Güémez 2019 está disponible en: Marte R. Gómez, No. 341, Locales 6 y 7, Fraccionamiento Del Sol, C.P. 87028, Cd. Victoria, Tamaulipas, Telefono: 01 834 31 44631, @FilosofoDeGuemezOficial
La Agenda, está cargada de anécdotas y frases del Filósofo, ahí encontrarás esa suave ingenuidad provinciana, esa pretendida buena fe rural tras la que se enmascara un humor lleno de obviedad, de amor a la vida, de sentido común y perogrullo.

Lo del humor del Filósofo me recuerda a Epitafio –el viejo bolero del pueblo– quien se encontraba algo confundido por la situación que estaba viviendo en su matrimonio, por lo que decide visitar al afamado doctor Roldan:
–– Doctor, tengo un problema, mi mujer me está engañando con otro hombre y me preocupa que no me crecen los cuernos.
El galeno estupefacto dice:
–– ¡Pero lo de cuernos es un decir, una metáfora, una ficción! realmente los cuernos NO CRECEN.
–– ¡Ay!, ¡qué alivio, doctor! yo creí que era… ¡POR FALTA DE CALCIO!
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