Por qué vestiré de morado mañana
Alejandro García Rueda
Mientras para algunas personas el mes de octubre solo es un pretexto para ponerse un disfraz, un antifaz o una máscara, para quienes estamos interesados en construir una muralla contra el bullying y mostrar apoyo a la comunidad LGTB resulta ser una oportunidad inmejorable.
¿Por qué?
En este mes y concretamente durante el tercer jueves del mes de octubre (en este año el día dieciséis) finalmente podemos ser visibles y ser escuchados.
Es nuestro turno al frente del micrófono
La iniciativa de Brittany McMillan de mantener viva la memoria de jóvenes que habían perdido la vida por causa del suicidio y alzar la voz en contra del hostigamiento comenzó a tener eco. Pronto comenzó a tener un significado más profundo, más real y la fecha adquirió un nombre: El día del espíritu.
En la actualidad millones de personas alrededor del mundo hacemos nuestra la palabra y ahora, con una acción tan sencilla como vestir de morado (que simboliza el espíritu en la bandera del arcoiris) podemos tomar el micrófono para mandar un mensaje en contra de un problema nocivo para la sociedad de cualquier nación como es el acoso y mostrar rechazo ante la discriminación que sufren todas esas personas que por el mero hecho de tener una preferencia sexual diferente son discriminadas.
El día del espíritu
No tiene otra bandera que la del empoderamiento bien entendido; mostrar nuestro apoyo a este tipo de causas nos lleva a la construcción de un ambiente social distinto y cada vez más equitativo.
Recurrentemente se nos narran historias acerca de personas que enfrentan retos increíbles; pero existe gente que atraviesa por situaciones inconfesables mientras se desenvuelven en su casa, en su escuela o inclusive en su trabajo.
Sabemos que los niños son discriminados por usar o no usar lentes, por ser ricos o ser pobres, por ser altos o bajos de estatura y a la lista podemos poner un largo etcétera.
Sabemos que las mujeres enfrentan violencia sexual a menudo y que tanto las personas gay como los bisexuales o transgéneros tienen que pelear contra la discriminación, el aislamiento social y el rechazo.
Lo que intuímos, pero no terminamos de entender es que este tortuoso ciclo no se detiene y que constante e independientemente de la religión, el género o estrato social nos hemos negado mutuamente principios básicos como la amabilidad y el respeto.
El día del espíritu no es solo una fecha conmemorativa, tampoco es solo un recordatorio. Es, en suma, la oportunidad que necesitamos para tomar la mejor decisión: Apostar por ser más fraternos y solidarios.
Participan muchas personas…
pero independientemente de lo que puedan hacer personajes con alta exposición mediática, estudiantes, escuelas, organizaciones, empresas o padres de familia, lo más importante es lo que hagas tú.
En el día del espíritu el protagonista eres tú y puedes convertirte en la voz de quien siente que no la tiene.
En el día del espíritu puedes dar testimonio vivo de lo que una persona puede lograr y contribuyes a que el mensaje de la construcción de una muralla contra el bullying y la discriminación prevalezca y se desplace hacia una cultura de inclusión, respeto y aceptación.
Yo vestiré de morado este dieciséis de octubre, espero que te unas a mí.
Como cada semana
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