¿QUÉ DEBEMOS HACER?
¿QUÉ DEBEMOS HACER?
Pbro. Juan Beristain de los Santos
No dejan de escucharse llamadas al cambio, a la responsabilidad ética y
a la solidaridad para salir adelante de los problemas de la violencia, la inseguridad y la pobreza,
que hay en la sociedad, pero, por desgracia, pocos se dan por aludidos. Mucha
gente piensa que todo está bien en la sociedad. Muchos hasta se arriesgan a pensar y a proclamar
que ya está el cielo en la tierra. El evangelista San Lucas, (3,10) revela, en
el campo religioso, la inquietante pregunta de algunos soldados y
administradores ante el llamado al cambio de vida que les hacía Juan, el
Bautista: ¿Qué debemos hacer?
Juan, el Bautista, les respondió y pidió acciones concretas a sus
interlocutores, pero sobre todo les anunció una gran noticia: “Ya viene otro
más poderoso que yo. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego” (Lc.
3,14). Esta noticia era el cumplimiento a la promesa divina de cambiar el
corazón y la mentalidad de la persona,
para renovar todas las estructuras
sociales, culturales y políticas
donde cada ciudadano puede ser y alcanzar la grandeza a la que está
llamado.
Se conocen cada vez mejor las injusticias, la pobreza de mucha gente y
los abusos que se cometen diariamente, pero, a la vez, aparece la sensación de
que las posibilidades de acción para mejorar son nulas o escazas. Pero no debe
desaparecer la pregunta ¿Qué podemos hacer? Juan, el Bautista, ofreció una
respuesta decisiva que pone a cada ciudadano ante su propia verdad: “La raíz de
muchos males están en el corazón de la persona”. El adviento es un tiempo de
reflexión y silencio personal para
sentir que se puede mejorar mucho socialmente, si se comienza por el
cambio de vida personal. Este es el camino para todos.