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¿Qué grita tu cuerpo… qué refleja tu alma?

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Por: Norma Carretero Rojano

Dicen los que saben, -no yo-, que las enfermedades son en gran parte el reflejo del alma. Una de las interpretaciones de la medicina psicosomática está basada justo en este modelo, es decir, el cuerpo tiende a psicosomatizar las emociones, tales como las  frustraciones, los enojos, los miedos, los desengaños, etcétera. He aquí una serie de análisis interesantes en la relación cuerpo-alma = enfermedad:

Antes de enfermar, el cuerpo manda una serie de “señales”, que no se deberían desatender. En nuestro lenguaje cotidiano encontramos muchas de estas “señales”, por ejemplo, “tengo un gran peso en los hombros”; “se me va la cabeza”, “tengo un nudo en la garganta”; “tengo presión en el pecho”; “es que no puedo con mi cuerpo”; “siento un vacío”; “estar hasta las narices”; “no poner el corazón”; “me falta el aire”; “y un largo etcétera”.

Las 10 enfermedades psicosomáticas más comunes:

 

  1. Infarto: hostilidad, ira; sentir cólera de forma continuada dicen numerosos estudios médicos que aumentan los riesgos de sufrir accidente cardiovascular. Por tanto, la agresividad hay que expresarla, exteriorizarla… para no explotar por dentro.
  2. Dolor de cabeza: exceso de responsabilidad, ansiedad; causados en su mayoría por tensión muscular en los hombros, cuello, cuero cabelludo y mandíbula. Relacionado con estrés, depresión, ansiedad, etcétera.
  3. Dolor de espalda, mareos, vértigos: miedo a la locura, en la vivencia de dificultad en el equilibrio, la persona siente que está a punto de caerse, tiene dificultad para conservar el equilibrio, o puede caerse. Algunas personas también dicen que están mareadas cuando en realidad quieren decir que están débiles. El verdadero mareo es una sensación de cabeza hueca o de estar a punto de desmayarse.
  4. Fibromialgia: incapacidad para poner límites; es un trastorno que causa dolores musculares y fatiga (cansancio). Las personas con fibromialgia tienen “puntos hipersensibles” en el cuerpo. Estos se encuentran en áreas como: el cuello, los hombros, la espalda, las caderas, los brazos y las piernas. Los puntos hipersensibles duelen al presionarlos. Las personas que padecen de fibromialgia pueden también tener otros síntomas, tales como: Dificultad para dormir, rigidez por las mañanas, dolor de cabeza, periodos menstruales dolorosos; sensación de hormigueo o adormecimiento en las manos y los pies; falta de memoria o dificultad para concentrarse. Psicosomáticamente, eexiste una clara necesidad de aprender a poner límites, de generar autoconfianza y seguridad en sí mismo.
  5. Síndrome de fatiga crónica: necesidad de ser sostenido, mimado. Las personas con este síndrome tienen un cansancio abrumador y una gran cantidad de otros síntomas que no mejoran con el descanso en la cama y que pueden empeorar con la actividad física o el esfuerzo mental. A menudo realizan actividades a un nivel sustancialmente menor de lo que eran capaces antes de la aparición del trastorno.

La vivencia es de haber podido sobrevivir a muchos micro-traumas en un período muy frágil de la vida (primeros meses de vida), y haber gastado ahí toda la energía vital. Sin energía para enfrentarse a ningún mínimo contratiempo. No eres un vago.

Es necesario que tu sistema sensitivo, emocional se recupere de la fragilidad. Adquiera la certeza de sentirse sostenido, sin necesidad de estar en alerta, sino para poder descansar, dejarse ir, en brazos del terapeuta.

  1. Histaminosis: intolerancia a la vida, suele ser una patología sumamente compleja, en la que se unen multitud de factores que pueden convertirse en causa de descompensación, y que por tanto hay que controlar.
  2. Colón irritable: enfermedad de los perfeccionistas, hoy en día, no se conoce ningún mecanismo único que explique por qué los pacientes sufren estos síntomas de forma crónica y reincidente. Desde un punto de vista general, lo más aceptado y demostrado es que existen alteraciones de la motilidad y/o de la sensibilidad digestiva, influenciadas por factores psicológicos.
  3.  Enfermedades de la piel, psoriasis, vitíligo: No me toques, no existo para ti, la causa de la psoriasis es desconocida. En la piel se produce un mal funcionamiento de las células del sistema inmunitario, los llamados linfocitos. Estos desencadenan una inflamación que hace que la piel crezca con mayor velocidad, provocando las placas inflamadas y cubiertas de escamas. Hay situaciones que desencadenan brotes de psoriasis. La más conocida es estrés emocional. El vitíligo se manifiesta con manchas blancas de diferentes tamaños, que afectan a cualquier zona de la piel. No afecta de igual manera a todas las personas. Algunas pueden tener sólo algunas manchas dispersas por la cara, las manos o el cuerpo, y en otras las manchas confluyen y se van juntando en zonas muy amplias, volviéndose blanca una gran parte de la piel del cuerpo. Además, el efecto estético de la enfermedad es diferente según el color de la piel. Ambas enfermedades, y todas las que afectan a la piel en general, tienen un componente de exposición social que manda un mensaje a los que nos rodean: “¿Me aceptas, me quieres? ¿existo para ti?”. Necesidad constante de aprobación por parte de los demás.
  4. Sudoración excesiva, mal olor corporal: miedo a los demás, La sudoración excesiva de rostro, palmas de manos, plantas de pies y axilas está directamente relacionada con el sobre estímulo del sistema simpático. Que es lo que hacemos cuando nos ponemos nerviosos.
  5. Dolor de barriga: dificultad para poder sentir, emocionarse, descartadas las causas médicas graves, el dolor abdominal a menudo está relacionado con causas inofensivas, como por ejemplo una mala alimentación o una digestión pesada. Junto con el estómago y el intestino, en la zona abdominal se encuentran otros órganos como el hígado o el bazo que podrían ser la causa del dolor. El dolor también puede ser debido al estrés o a problemas psicológicos. También es un síntoma de enfermedades como el síndrome del intestino irritable. Se dice que el primer cerebro es el cerebro visceral; ése que tiene que ver con lo instintivo, con nuestra parte animal. Son personas muy controladas, con mucho miedo a sentir, a escuchar su cuerpo. Cuando el estómago no está acostumbrado a ingerir alimentos (casos de malnutrición, por ejemplo), la reintroducción de la comida debe ser gradual. Igual pasa con las emociones, sino estás familiarizado con tu dolor, tu rabia, tu alegría, tu miedo…cuando sientes, se te “indigesta” y no puedes tolerar lo que sientes.

 

 

“La cuestión no es que enfermedad tiene una persona,
sino quien es, la persona que ha sucumbido a la enfermedad”,
William Osler.

 

 

E mail: normacarreterorojano@hotmail.com

 

 

 

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