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¿QUÉ NO TODA LA PSICOLOGÍA ES POSITIVA?

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¿Qué no toda la Psicología es positiva?

Psico. Roselia Pacheco Arzola

La Psicología Positiva pone el foco en las fortalezas humana. Según Seligman, científico e investigador de esta corriente, cuando las personas experimentan sentimientos positivos se modifican sus formas de pensamiento y acción y se incrementan sus patrones de actuación y afrontamiento mediante la optimización de los propios recursos personales en el nivel físico, psicológico y social (Fredrickson, 2001).

La evolución nos doto de sentimientos positivos, sin embargo, no reconocemos las funciones y consecuencias de tales emociones que nos hacen sentir bien, un ejemplo de ello es practicar la bondad, que no va acompañada de una corriente de emoción positiva como el júbilo, sino más bien, consiste en el compromiso total y el conocimiento de nuestra propia identidad. Un ejemplo de ello es un filántropo, que no hace una labor de ayuda a alguien solo por querer sentir la alegría momentánea; sino porque es parte de su convicción de vida, lo que significa que eso mismo podríamos hacer cualquiera de nosotros.

Contrariamente, las personas pesimistas tienen más posibilidades de deprimirse cuando se presentan contratiempos, rinden menos en los estudios, en los deportes y en la mayoría de los trabajos, tienen peor estado de salud y mantienen relaciones interpersonales más inestables (Seligman, 2005).

Hasta hace poco tiempo se creía que la Psicología Positiva era hija de los buenos momentos, pero en realidad, las emociones se entrenan. Nosotros poseemos en nuestro interior antiguas fortalezas de las que quizá no tengamos conocimiento hasta que se nos presente un verdadero reto. ¿Por qué los adultos que enfrentaron la Segunda Guerra Mundial fueron la “mayor generación”? No porque estuvieran hechos de una materia distinta a la nuestra, sino porque vivieron un momento difícil que los hizo apelar a sus antiguas fortalezas internas. Seligman plantea que la psicología positiva se basa en tres pilares: el estudio de las emociones positivas, el estudio de los rasgos positivos que implica el estudio de las fortalezas, como la capacidad de amar y trabajar, coraje, compasión, resiliencia, creatividad, curiosidad, integridad, autoconocimiento, moderación, autocontrol y sabiduría así como el estudio de las instituciones positivas, que son las fortalezas que fomentan mejores comunidades, como la justicia, la responsabilidad, la civilidad, la crianza de los hijos, la nutrición, la ética de trabajo, el liderazgo, el trabajo en equipo, el propósito y la tolerancia.

En síntesis: entrenar a diario nuestras emociones nos llevara al desarrollo y el ejercicio de las fortalezas personales. Estas fortalezas y virtudes nos sirven tanto en los malos momentos como en los buenos. De hecho, las épocas difíciles son una ocasión única para mostrar fortalezas.

La auténtica felicidad no solo es posible, sino que -lejos de depender de la suerte y de los genes- puede cultivarse reconociendo y utilizando muchas de las fortalezas y rasgos que ya poseemos.

 Correo: rosypach33@hotmail.com

Fuente:

Seligman, M.E. (2021). La auténtica felicidad. Libro. Penguin random house grupo editorial S.A de C.V. Cd. de México.