¿QUÉ PASA CON LA FAUNA DEL ACUARIO DE VERACRUZ?
Pese a su
clausura por problemas entre administrativos del Acuario de Veracruz con
el Gobierno estatal, el lugar continúa con las labores de cuidado de sus
animales, incluidas especies en peligro como un pez sierra y manatíes, de
acuerdo con sus autoridades.
Las aguas del Acuario
de Veracruz son hogar de “Pristila”, una pez sierra
rescatada de la pesca incidental, y de otras especies que están en
peligro de extinción en México, según la
NOM-059-SEMARNAT-2010.
En total, el recinto alberga 3 mil 258 ejemplares de
unas 170
especies, asegura la institución cerrada temporalmente desde el
11 de mayo por la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PMA).
Los recorridos a visitantes se encuentran
suspendidos, pero el personal continúa con las labores de cuidado, alimentación
y medicación de los animales, asegura José Arturo Hernández Mier, director
administrativo del recinto.
Conoce algunos ejemplos de la fauna amenazada que
resguarda el acuario y qué les depara.
Pez sierra
La pez sierra (Pristis
pectinata) fue rescatada a principios de 2016 luego de ser
capturada de manera no intencional por pescadores de la comunidad de Barra de
Cazones. En ese entonces, la edad de esta hembra se calculaba en cerca de tres
años y medía 1.54 metros. Ahora su talla es de 2.8 metros.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(Profepa) emitió un acata de depósito final al sitio, por lo que es el único
acuario en México que alberga dicha especie.
Manatíes
Los manatíes del Caribe (Trichechus
manatus) arribaron en 1998. Eran dos huérfanos provenientes de la
laguna de Alvarado. De 2004 a la fecha, han nacido ocho crías, informó
Hernández Mier. Así refuerzan los programas de reproducción y conservación de
la especie, precisa.
Alimentarlos requiere comprar 500 kilogramos de
frutas y vegetales dos o tres veces por semana.
Tortugas marinas
En 1999, el acuario arrancó su Programa
de Protección de la Tortuga Marina con énfasis en la tortuga Carey, una de las
más vulnerables a nivel mundial. De acuerdo con la institución, ha atendido 81
nidos y reintegrado 6 mil 877 crías a su hábitat natural.
Veracruz recibe a cinco de las siete especies de tortugas
marinas: lora, verde, caguama, carey y laud, señala la Comisión
Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Guacamayas rojas
Los visitantes son recibidos por guacamayas
rojas (Ara macao) al inicio de su
recorrido en una recreación de la selva de Los Tuxtlas. En este espacio, las
aves se desplazan sobre las personas mientras se alimentan de semillas y frutas
tropicales.
Son ejemplares que pueden presumir hasta 15 mil
plumas de sus característicos colores escarlata, azul y amarillo. Para comer,
defenderse y trepar, emplean su pico capaz de ejercer una presión de más de 20
kilogramos.
¿Qué pasará con los animales?
Desde su cierre temporal, el Acuario de
Veracruz no reporta problemas de salud ni de bienestar en sus
animales, sostiene Hernández Mier. Los biólogos y médicos
veterinarios encargados de sus cuidados, añade, siguen al pendiente de ellos en
su horario laboral habitual.
Además, las guardias nocturnas no se han
interrumpido, por lo que el directivo afirma que la fauna cuenta con atención
las 24 horas de días, los siete días de la semana.
Si bien espera reabrir tan pronto como sea posible,
Hernández Mier comparte que el Fideicomiso Público de Administración del
Acuario de Veracruz tiene recursos suficientes para dar comida y cuidar a los
animales por hasta 10 meses si el cierre se prolonga.
Acuarios bajo la lupa
La Asociación de Zoológicos y Acuarios
(AZA, por sus siglas en inglés), que agrupa a más de 235 instalaciones en
Estados Unidos y otros países, considera que son benéficos los acuarios que
cumplen con altos estándares de bienestar animal, conservación, investigación,
educación y recreación.
En México, cinco sitios están acreditados por la AZA,
incluido el Acuario de Veracruz. Estos recintos realizan acciones para proteger
a especies amenazadas, que comprenden rescatar, rehabilitar y cuidar animales
para después liberarlos en la naturaleza, señala la asociación.
También contribuyen a restaurar los ecosistemas donde
viven diversas especies y asisten en programas de cría de ejemplares para
reintroducirlos a su hábitat natural, señala una publicación de la organización.
Empero, detractores de acuarios y zoológicos
argumentan que los animales en cautiverio experimentan
estrés y ansiedad al ser prisioneros de estos centros que
definen como de explotación de seres vivos.
Después de estar en cautiverio por periodos prolongados, liberar
a la fauna a la naturaleza sería tan irresponsable como
mantenerlos encerrados, indica Cruelty Free Soul, pues no están acostumbrados a
las condiciones de su entorno natural, así que sus probabilidades de sobrevivir
por sí mismos son escasas.
Al respecto, Personas por el Trato Ético de los
Animales (PETA) propone enviar a los animales que están en cautiverio a santuarios para
que vivan en un espacio lo más similar posible a su hábitat natural. Estos
recintos se caracterizan por proveer cuidados en ambientes libres de
explotación y bajo políticas éticas, como no comprar ni vender ejemplares y
evitar reproducirlos.
Una manera de asegurar que estos sitios son
verdaderos santuarios es verificar si están acreditados por la Federación
Global de Santuarios de Animal (GFAS, por sus
siglas en inglés).
“(Los animales) recibirían cuidado y ayuda mientras
aún pueden disfrutar de lo que es natural e importante para ellos. Más
importante: ya no serían tratados como nada más que una forma de hacer dinero”,
resalta PETA.