“¡QUE SE ME INVESTIGUE!”, RETA UN NERVIOSO CUITLÁHUAC
“¡QUE SE ME INVESTIGUE!”, RETA UN NERVIOSO CUITLÁHUAC
Por
Edgar Hernández*
Más
a baladronada que a realidad suena el grito del gobernador Cuitláhuac García “¡Que
se me investigue!”, luego de conocer la opinión pública documentos filtrados por
“Guacamaya” que lo vinculan con el Cartel del Noreste.
Bien
sabe que hasta el 2024 goza de impunidad.
Se
escuda en su Fiscal espuria, Verónica Hernández Giadans, quien no moverá un
dedo en su contra y le queda claro, hasta ahora que el Fiscal General de la
República, Alejandro Gertz Manero, no ejecutará indagación alguna si no se lo
ordena López Obrador.
Mientras
que la Secretaria de la Defensa Nacional, hoy con la cola entre las patas, no
quiere hacer más ruido que precipite el derrumbe de la Cuarta Transformación.
Entiende,
sin embargo, aunque lo niegue, que los documentos oficiales de SEDENA son
verídicos al igual que la incriminación.
Cuitláhuac
y la opinión pública sabemos que el documento interno hecho público por
“Guacamaya”, da pelos y señales verídicos. Revela como funcionarios de su
gobierno, empezando el el Secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez
Maldonado operarían apoyando al Cartel del Sureste.
Imborrable
además del imaginario colectivo, el tácito reconocimiento que hizo el propio mandatario estatal,
prácticamente al arranque de su administración, en torno a la existencia de
seis Cárteles.
Hoy
orondamente declara que “Aquí (en Veracruz) no vamos a permitir impunidad, ni
ajuste de cuentas y que vamos contra todos” cerrando los ojos a las rapacerías
documentadas de cara a la escalada asesina del crimen organizado en cuatro
años.
Pretende
no estar enterado del presunto involucramiento de su Secretario de Gobierno,
Eric Cisneros, en el asesinato de parte del crimen organizado en contra de la
alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Maricela Vallejo, quien rogó por un auxilio que
nunca llegó.
Apela
al olvido del cruento asesinato de Florisel Ríos, alcaldesa de Jamapa o la
injerencia de la delincuencia el Sayula de Alemán, en contra de la alcaldesa Lorena
Ríos, quien hoy despacha rodeada de la Guardia Nacional ante las amenazas de
muerte que ha recibido.
¿Y
las balaceras en Orizaba, las matanzas en Minatitlán y Coatzacoalcos?.. O los
secuestros y asesinatos en la vía pública, intimidaciones de la delincuencia en
las jornadas electorales.
Acaso
no le han pasado el parte de los municipios que tiene cerrados el CJNG en donde
manejan a los ediles a su antojo, al igual que el cobro de piso, levantamientos
y ajusticiamientos.
¿Y los
arteros crímenes contra periodistas jamás aclarados, a manos de criminales?
En
los hechos se entiende que Cuitláhuac está que no le calienta ni el sol tras el
segundo regaño presidencial –cero y van dos- y ya no sabe cómo calmar a los
periodistas de la fuente a quienes invita a comer tacos de tripa gorda para que
no lo ametrallen con preguntas incómodas.
“Autorizo
a las autoridades a investigar mis cuentas bancarias y las de mis familiares…
así como mi departamento en Miami”, sostiene queriendo hacerse el gracioso y
pretendiendo olvidar que “asuntos de seguridad” no da a conocer su declaración
patrimonial.
Y ni
mencionar a su primo cómodo Eleazar Guerrero, Subsecretario de Finanzas y
responsable del manejo de casi 130 mil millones de pesos anuales, quien ha sido
repetidamente señalado por sacar a paraísos fiscales importantes cantidades de
divisas.
Eso
sí, al más puro estilo pejiano, el Cui, asegura que Fidel Herrera, Javier
Duarte y Yunes nos dejaron “bien enraizados los cárteles”, pero minimiza el
documento “extra urgente” de la SEDENA en donde se asegura que el gobernador
“está apoyando la entrada del Cartel del Noreste” al estado.
¿Es
que el pasado cuenta, pero el presente no?
En
cuatro años no solo no hizo nada para atemperar el terrorismo desatado por las
hordas criminales, sino que acrecentó la presencia con dos nuevos carteles, el
del Noreste y el del Sureste y al arranque del sexenio el Cartel de “La Maña”.
A
todo ello acaso hay un punto de verdad, que no de razón legal, no se va a hacer
nada en su contra hasta el primero de diciembre del 2024.
Que siga
pues con sus jueguitos de artificio porque, como dicen los chavos, su veinte
está por acabarse.
Tiempo
al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo