PLUMAS DE COATEPEC

¿QUIÉN? ¿CÓMO? ¿CUÁNDO?

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¿QUIÉN? ¿CÓMO? ¿CUÁNDO?

 “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia”

Simon Bolivar  (1783-1830)

En Coatepec… el pueblo de muchos que compartimos el corazón amoroso de esta tierra.

Aquí nos vemos unos a otros y nos reconocemos en los vecinos de siempre, en la señora de los tlacoyos, en el don que viene de una larga jornada y cuyo cansancio, no le impide saludar con la educada cortesía que prevalece en nuestra región. Nos recordamos en los niños a quienes aún no les faltan parques citadinos, pues son dueños de bosques, montañas, ríos y frutos que les alimentan y les dan un lugar mágico donde la imaginación se desarrolla.

En este espacio de nuestra patria que es nuestro… en este terruño que parece desdibujarse ante la mancha urbana… aquí hay esperanza de no ceder nuestra identidad, ni mucho menos descuidar el futuro que nos obliga a estar vigilantes de como se manejan los asuntos de nuestro pueblo-hogar.

¿De qué sirve saber del despojo a nuestros héroes? ¿Qué beneficio hay de poder ver la tala e invasión de nuestros bosques? ¿De qué sirve que nos inviten a involucrarnos en los desarrollos de nuestra comunidad? ¿De qué sirve nuestra gente de campo, si gnoramos sus saberes ancestrales? ¿En qué beneficia la indignación ante las cosas que están mal hechas? ¿De qué sirven toda la cultura y la educación? ¿En qué benefician todos los campesinos,  los artesanos, maestros, escritores, músicos, pensadores, poetas, líderes, trabajadores, deportistas de excelencia… que hay entre nosotros?

¿De qué le servimos a nuestra comunidad si en ves de sumar restamos? ¿A quién le es útil el que haya divisiones entre nosotros?

¿DE QUÉ LE SERVIMOS A NUESTRO COATEPEC SI AGACHAMOS LA CABEZA, NOS QUEDAMOS CALLADOS  Y NO HACEMOS NADA?