¿Quién para Xalapa, tras el fiasco de Hipólito?
¿QUIÉN PARA XALAPA, TRAS EL FIASCO DE HIPÓLITO?
Por
Edgar Hernández*
Tres
años después, sigue culpando a Américo Zúñiga de todas sus desgracias.
La
capital de Veracruz ha tenido malos, muy malos alcaldes, pero ninguno como
Hipólito Rodríguez, al convertirla, a la vuelta de dos años siete meses, en lo
que seguramente ha de ser como su casa, un muladar.
Un
corte de caja del 31 de diciembre del 2017 a lo que va de julio del 2020, nos
arroja una Xalapa, bajo el mando de Morena, en total desorden urbano, tránsito y
vialidad caóticos y con puntuales aniversarios conmemorativos para los añosos
baches.
¿Quién
para Xalapa?
Es
la pregunta que se hacen los capitalinos ante la interminable lista de al menos
20 tiradores, todos con reales posibilidades de asumir tan importante cargo
edilicio.
Y es
que el caldo de cultivo para que llegue a la Presidencia Municipal cualquiera
que no sea de Morena, es consecuencia de la suma de un todo:
Los
pésimos resultados de Hipólito producto de un impreparado gobierno, empezando
por él mismo; la devolución anual de los dineros públicos por no saber cómo
ejercerlo; el rechazo de 150 millones de pesos del Fondo Mundial del medio
Ambiente y del BID, destinados al relleno sanitario donde se depositaban
diariamente hasta 400 toneladas de basura.
Esos
son solo botones de muestra.
Sus
legendarias reparaciones de calles y arterias viales sustantivas que solo duran
el día de la inauguración y hay que volver a levantar por lo mal hechas; el
agua potable cara y escasa; el deficiente alumbrado público que ha propiciado
el incremento de la delincuencia -ya tenemos Cartel propio- y esas eternas
peleas con el gobernador Cuitláhuac García.
Ya
mismo, la preocupación ciudadana es creciente ante el inminente arribo del
Dengue de cara a la ausencia de mantenimiento y poda de los 83 parques y
jardines.
A la
suma hay que adicionar que Xalapa, en el marco de la pandemia, se ha convertido
en la quinta ciudad de la república con mayor número de contagios y muertes por
Covid-19.
¿Quién
para Xalapa?
La
posibilidad está abierta para ganar las diputaciones federales y locales y, por
supuesto para quienes se comprometan a regresar la salud y la seguridad pública
a la ciudad capital; a quienes le den una revisadita a las cuentas de Hipólito
y palomilla donde los números no cuadran.
Y,
por supuesto, quien se comprometa a regresar la cultura a la Atenas Veracruzana
y rescate las áreas verdes de la Ciudad de las Flores.
¿Quién
para Xalapa?
A la
capital no le ha ido nada bien en materia de gobernabilidad y para salvar
culpas y responsabilidades, así como lo hace el Peje acusando todos los días a
Felipe Calderón y la mafia del poder de lo mal que estamos y el propio
Cuitláhuac señalando a Yunes Linares y al Fiscal Jorge Winckler, Hipólito se la
pasa vomitando contra Américo Zúñiga, quien en una de esas decide jugar la
diputación y desde la Comisión de Vigilancia del Congreso le pondrá las peras a
veinte al inepto moreno.
En
realidad, Hipólito nunca debió ser alcalde.
Fue
a insistencia de su compadre, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, otro desgarbado
igual que él, quien lo convenció de trabajar para la gubernatura de éste desde
el Palacio Municipal de Xalapa.
Pero
nada le salió bien.
Pensaba
que desde su oficina levantando el dedo sus súbditos acatarían y resolverían.
Olvidó a la ciudadanía y mas a la jalapeña que es orgullosa, autónoma,
pensante, de tradiciones, de amplia cultura y legados, mientras Hipólito
representaba una antípoda con sus rarezas.
Mal
vestido -camisa ajada y saco salpicado de comida, cintura caída como la de
Cantinflas, zapatos de Aladino y de un olor corporal no muy agradable- y sin
saber siquiera como dirigirse a la gente, este impresentable pensó que con el empuje
del aparato ya la tenía hecha. Error.
¿Quién
para Xalapa?
La
otrora capital de la república, la de los ocho ríos, hoy pestilentes drenajes,
la de la lonja social, la de los bosques y aromáticos cultivos de café, la sede
de la cultura y el espectáculo sería ocupada por gente proveniente de
Xochimilco, por individuos cuyo máximo placer es tronársela y beber caguamas.
Y
eso tiene un costo. Una factura que se paga en las urnas.
Por
ello, en franco adelanto a los tiempos electorales, todo mundo en la ciudad
capital se pregunta ¿Quién para Xalapa?
Vaya
hasta se da por bueno a David Velasco Chedraui, quien tuvo una desastrosa
gestión en la municipalidad a la cual pretende regresar; se apunta también el
borrachín altanero Sergio Hernández, conocido en el bajo mundo como Sergio “El
Bailarín” y el colmo, también la pretende Ana Miriam Ferraez, una iletrada que
salta de la nada al Congreso del estado, para luego aspirar al DIF, que no
encabeza pero controla y desde ahí sembrar -con despensas a diestra y siniestra-
para ser nuestra próxima alcaldesa.
Gente
seria y de altísimo prestigio, sin embargo, aguarda tiempos.
Carlos
García Méndez, Francisco Berlín y Eugenio Silva han sido citados por la opinión
pública capitalina como una terna viable, teniendo de entrada, una amplísima
aceptación.
Así
que en la dinámica del ¿Quién para Xalapa? ya hay respuestas y propuestas.
Tiempo
al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo