Rafael Olvera Carrascosa
Manuel Rosete y yo caminábamos por los pasillos de Plaza Ánimas, apenas el pasado martes 24, cuando se acercó a nosotros y nos saludó con su educada cortesía y con una sonrisa franca que siempre le iba muy bien a su talante de hombre honesto y sincero:
—Hola, Sergio. Hola, don Manuel… tal vez usted no me recuerde, pero nos presentó un amigo común hace varios años.
El prestigiado columnista, que tiene una memoria muy efectiva para el manejo de nombres y rostros, le contestó de inmediato que claro que se acordaba de él, que conocía y había seguido su carrera profesional, desde cuando había sido funcionario de la Universidad Veracruzana, en tiempos del rector Rafael Hernández Villalpando, después como académico y últimamente en el Ayuntamiento xalapeño, al lado de su amigo el Presidente Municipal.
Por eso no quería leer y menos creer el twitter que puso su amigo entrañable:
«@americozuniga: Lamento con un profundo dolor el repentino fallecimiento de nuestro querido amigo y compañero Rafael Olvera Carrascosa. #QEPD».
Y enseguida otro que confirmaba la noticia, y su cercanía:
«@americozuniga: A nombre del @AytoXalapa deseamos fortaleza y pronta resignación a su familia».
Lo he dicho antes: la muerte siempre es devastadora, pero parece aún peor cuando fallece una persona joven y productiva.
¡Y vaya que Rafael Olvera Carrascosa estaba en la flor de la vida, en plena madurez, en su mejor momento como ser humano!
Yo lo recuerdo también hace años como un joven talentoso, recién egresado de la Facultad de Administración de la UV, que iniciaba una carrera prometedora y cumplía una función importante en el manejo de los recursos de la casa de estudios. Siempre eficiente, siempre con una respuesta positiva; nunca con un mal modo o dilaciones sin sustento.
Desde ese entonces, nació una amistad perenne, que reforzábamos cada que el destino nos juntaba en alguna calle, en algún evento, en algún centro comercial como el pasado martes, cuando no supe porque nunca se sabe que me estaba despidiendo de él definitivamente.
Ya no lo volveré a encontrar para escuchar su comentario inteligente, su frase atinada, pero sé que Rafa está en alguna parte, viendo cómo va la cosa en este mundo.
Y se sigue divirtiendo…
Debida aclaración:
Circula una carta firmada por periodistas veracruzanos en la que se manifiestan en contra de que la Secretaría de Seguridad Pública acredite a los reporteros que cubrirán la evaluación educativa este fin de semana en Veracruz. Aparte de que tengo mi propia idea sobre ese asunto -que he manifestado públicamente en los medios en los que escribo o participo-, veo que aparece entre los firmantes un “Sergio González”, que espero sea un homónimo al que sí le hayan preguntado y que haya estado de acuerdo en signar el documento.
Pero yo no soy ése, conste.
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