RAMÍREZ ZEPETA, DE MENDIGO A MILLONARIO
RAMÍREZ ZEPETA, DE MENDIGO A MILLONARIO
Línea Caliente
Por Edgar Hernández*
De ser un pobre Diablo paso a
ser un pobre Diablo rico.
No lejos están los días de ese
romance con su pobretón compañero de cuarto, pareja sentimental y de lucha con
quien padeció repetidas malpasadas que un buen día se transformarían en poder y
dinero, mucho dinero que hoy disfruta y traduce en borracheras, orgías y
bisnes.
Esteban Ramírez Zepeta,
siempre remiso, siempre fósil, es el actual dirigente de Morena en Veracruz
desde donde ha construido un espacio de poder y recursos financieros sin límite
que, según denuncia pública no desmentida,
ha convertido en negocios millonarios.
Son maletas de dinero para la
causa… su causa, ya que decidió invertir en la compra de ranchos y negocios
varios.
La punta de iceberg la mostró
hace unos días la periodista de Notiver, Ana Laura Pérez Mendoza, quien en su
columna destaca que:
“En medios informativos de la
zona sur circula una noticia en la que ejidatarios de la Cholina, Ejido Vicente
Guerrero, municipio de Nanchital, denuncian que ya no quieren vender más
tierras a un tal Joel Hernández, a quien acusan ser el prestanombres de Esteban
Ramírez Zepeta, dirigente estatal de Morena conocido por ser la mano derecha
del gobernador Cuitláhuac García Jiménez”.
Se habla de la compra de
ranchos, de un gasto en efectivo de seis millones de pesos y que el
prestanombres Joel Hernández es conocido, pero “por no haber tenido dinero ni
para comprar una vaca y ahora hasta para pagar propiedades en efectivo tiene”.
Ramírez Zepeta apenas cuatro
años atrás era un apocado introvertido que rentaba un cuarto de mala muerte
donde pasó años de “perico-perro” sin imaginar que un día abriría los brazos al
cielo pidiendo fortuna para caerle del cielo su benefactor con costales de
dinero.
Y de ahí pal´real.
Se integra al equipo del
gobernador, al equipo cercano ¿Qué tan cercano? pues tan cercano como la
imaginación -bendita o pervertida- nos dé.
Luego de disfrutar las
primeras mieles del poder y generosos salarios, queda como responsable de la
dirigencia de Morena en la entidad, en medio de la descalificación chaira que
poco le importó ya que el número uno del gobierno estatal lo había designado.
Es así, que ya empoderado
encamina su mejor esfuerzo por la ruta de los excesos.
Relata el destacado columnista
Raymundo Jiménez que en noviembre del 2021 Ramírez Zepeta escenificó -ya
borracho- una agresión contra el subsecretario de SIOP, Fernando Elías Guevara
porque osó no invitarlo a su “despedida de soltero” llevada a cabo en Cancún.
Reseña que, en la burbuja de
Morena circuló la versión de que el agredido -por cierto, hijo de la presidenta
de la Mesa Directiva del Congreso del estado- “primero se puso blanco por la
inesperada presencia del agresor y luego cambió a morado por los reclamos y
catorrazos que le descargó el dirigente”.
“Le tiraba golpes a diestra y
siniestra como el famoso púgil mexicano Saúl ´El Canelo´ Álvarez, hasta que los
amigos de Fernando Elías reaccionaron y le quitaron encima al fajador oriundo
de Las Choapas, el cual al enterarse de la despedida de soltero del
subsecretario de inmediato ordenó arrendar un avión privado para que lo llevara
a Cancún”.
El costo por hora de un vuelo
privado sobrepasa los 2 mil 800 dólares, esto es más de 56 mil pesos.
El punto es que, desde que
Ramírez Zepeta asumió la responsabilidad, gusta andar permanentemente rodeado
de jóvenes, de preferencia con alcoholes encima.
Este reportero fue testigo
semanas atrás cómo irrumpió en un restaurante de postín en Xico, con un grupo
de 12 muchachos que llegaron en camionetas de lujo y entre escándalo y
risotadas gritaban: “¡Servicio, servicio”!
Cervezas y ricas viandas amenizaron sus aventuras reseñadas a gritos y
agresiones verbales, mismas que se prolongaron por horas.
Otras crónicas dan cuenta de
la personalidad de este acomplejado personaje a quien le sale el dinero hasta
por las orejas:
“Eran las diez de la noche
cuando se le vio irrumpir en un antro en medio de puros chavitos en un estado
bastante inconveniente armando tal alboroto, que ahuyentó a los parroquianos”.
“El que iba peor que todos era
Esteban a quien tuvieron que dejar agarrado de un árbol al lado de su nuevo
compañero de farra y algo más, el delegado Nacional de Morena, Alex Porras,
quien no se le despega”.
Son reseñas recogidas desde
dentro, mimas que han sido hechas públicas en las redes sociales.
Son historias inacabadas como
la que recoge la periodista Claudia Guerrero, quien ha venido denunciando
excesos y rapacerías de este grupo.
Reseña con oportunidad que el
“protegido por el dirigente de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, Félix Morales
Domínguez, jefe del Departamento de Recursos Humanos, ha sido repetidamente
denunciado por acoso laboral y sexual en contra de empleadas en la Oficina del
Gobernador”, sin que pase nada.
Son las pato-aventuras de
quien presuntamente está desorbitado de poder y dinero, de quien tiene dividida
la estructura de poder y los cuadros de organización para la operación
electoral 2024.
Las tribus de Morena están que
trinan no solo por el derroche del dinero del sujeto de marras, sino por los
problemas políticos que ha venido suscitando, la división cupular, la confusión
en el proceso de selección de candidatos y las órdenes de México que de manera
invariable busca resolver a su estilo, a madrazos.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo