Relamiendo la derrota
APUNTES
Manuel Rosete Chávez
“El teatro La Libertad ha resistido los embates de la burocracia y la ignorancia”
Luis de Tavira
Tanto para el selecto y exquisito grupo de colaboradores de la administración gubernamental que encabeza Miguel Ángel Yunes Linares, como para la pandilla de vivales que ha venido ocupando los cargos directivos del CDE del PAN, encabezados por el tuxpeño José de Jesús Mancha Alarcón, esta es la hora en que no asimilan la derrota y se dan a la tarea de destilar veneno tratando de descalificar el trabajo que han venido haciendo Morena y sus directivos, y el liderazgo de Cuitláhuac García Jiménez, gobernador electo de Veracruz… pésele a quien le pese.
Argumentan, injustamente, que perdieron porque el efecto AMLO permeó en todo el país y es por eso que no pudieron ganar con el junior. Nada más falso que eso: perdieron porque los veracruzanos (más de un millón 600 mil votantes) decidieron con su voto echar del gobierno a quienes nos defraudaron y que no son dignos de estar en los más importantes cargos de dirección, porque le han fallado al pueblo. No asimilan que, para los votantes, rechazarlos fue un acto de justicia por propia mano ante tantos abusos, corruptelas, rezago social, inseguridad y prepotencia de quienes tuvieron nuestra confianza en 2016 para ocupar la gubernatura y rescatar a Veracruz del hoyo en que lo metieron los gobiernos anteriores, especialmente el de Javier Duarte de Ochoa.
Por estos días, en conferencia de prensa, el dirigente estatal panista Pepe Mancha señaló que este 2018 se trabajó con gran entusiasmo y se logró que aumentara la votación de su partido 343 mil votos en relación a las elecciones pasadas.
Sin embargo, dijo que el fenómeno nacional Andrés Manuel López Obrador fue lo que provocó que el partido Morena resultara ganador en casi todo el territorio veracruzano y nacional, algo que no esperaban y por lo tanto no estaban preparados. No sabe tragar sapos sin hacer gestos, condición indispensable para andar en la política.
Nosotros le preguntamos: si lo que afirma Pepe Mancha y sus contlapaches fuera cierto, ¿por qué en el vecino estado de Puebla ganó la gubernatura Martha Erika Alonso, candidata de la Coalición por Puebla al Frente, integrada por Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), y no el morenista Miguel Barbosa? En el vecino estado, López Obrador barrió en la elección presidencial, no así en la gubernamental. Los poblanos ratificaron su confianza en quienes los han gobernado porque lo han hecho bien y si no ahí está la prueba, a la vista, una visita a Puebla y es para morirse de envidia por el progreso que se nota a leguas… Veracruz, tristemente, es una mugre gracias a los últimos tres gobiernos: el de Fidel Herrera, el de Javier Duarte y ahora el de Miguel Ángel Yunes Linares… Igualitos.
Los mercachifles del yunismo
Cuando el gobernador Miguel Ángel Yunes se dio cuenta que no le alcanzaba con las redes sociales, Facebook, Twitter y otras modernas herramientas para comunicarse con los veracruzanos e influir en la elección a favor de la candidatura de su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, dio la instrucción de contratar a un grupo de mercachifles del periodismo para formar un frente y desde ahí combatir a los periodistas críticos, a sus adversarios políticos y a la oposición.
El Coordinador General de Comunicación Social, Elías Assad, se dio a la tarea de buscarlos. Escogió a los más baratos, a un grupito de seudoperiodistas y los habilitó, o improvisó, como columnistas (hoy divos); eligió algunos medios (portales entre otros), que no representan nada en términos de generar opinión pública y con ellos pactó lealtad y subordinación a cambio de unos centavos.
Para los colegas periodistas fue muy fácil darse cuenta quiénes eran los integrantes del staff de defensores de la yunicidad. Ellos mismos se delataron porque enderezaron feroces campañas de difamaciones en contra de Andrés Manuel López Obrador y de Cuitláhuac García Jiménez, al tiempo que se esmeraban en lanzar alabanzas al Chiquiyunes, a quien llegaron a calificar de “indispensable” como gobernador de Veracruz para garantizar la continuidad del “cambio”, con lo que cayeron en el ridículo ya que el cambio del que hablan no existe.
A lo largo de nuestra trayectoria como trabajadores de la comunicación, como reporteros, hemos visto cómo llegan al gremio oportunistas que piensan que un periodista se puede improvisar de la noche a la mañana, y con tener un espacio donde poner los textos que les manden desde el gobierno, o sus clientes, es suficiente para ocupar un lugar dentro de esta profesión. Están completamente equivocados, un profesional de la comunicación se gana el título manteniendo una trayectoria de trabajo al servicio de quienes nos leen, de compromiso con la sociedad, no con los políticos en el poder a cambio de un puñado de maíz con gorgojo como dice AMLO.
Y quien coloca en su debido lugar a los periodistas, o los que se cuelgan de la profesión sin tener idea de lo que es, son los lectores, la opinión pública.
Parece que la chamba para los mercachifles ya terminó, nos percatamos de esto porque están cambiando de piel, los insultos a Cuitláhuac y López Obrador los están transformando en elogios… ¿Pensarán que nadie se dio cuenta de lo que hicieron en estos meses en los medios que los arroparon? No. Los políticos son pasajeros, los periodistas que sirven a la sociedad, permanecemos.
Jaime Cisneros, un auténtico ojal
Muchos priistas de la vieja guardia han de recordar con nostalgia los tiempos de cuando eran partido hegemónico. Las candidaturas a presidentes municipales y a diputados locales eran el gran negocio del gobernante, del secretario de gobierno o del presidente del CDE del PRI, según la fuerza que tuvieran secretario y líder priista frente al gobernador.
Un presidente del CDE que operaba a manos libres la selección de candidatos se hacía millonario solo con esa jugadita. Las prerrogativas y los apoyos extraordinarios de las arcas del gobierno eran aparte. Por eso es que ser directivo del CDE era la gran madre o el gran negocio.
Y cuando comenzaban las campañas, pues a combatir a los adversarios, sobre todo a aquellos que no simpatizaban con el PRI, que tenían dinero propio para invertir en una campaña y que podían poner en serios aprietos al oponente tricolor. Lo primero que se hacía era tumbarle su propaganda, en aquellos tiempos pasacalles, pendones, mantas y todo lo que colocaban para promoverse. En el día la colocaban y por la noche pandillas mandadas por las dirigencias del tricolor o de la Secretaría de Gobierno las hacían pedazos. Las quejas de los afectados se interponían ante la instancia correspondiente y ahí se quedaban para siempre sin avanzar un centímetro.
Los operativos del “ratón loco”, el “carrusel” el “embarazo o robo de urnas”, para quienes los coordinaban, eran una especie de capacitación y examen para aspirar a una posición dentro de la estructura directiva del PRI, por eso es que había expertos en este tipo de patrañas, tanto que cayeron en la exageración.
Cuando la maestra Rosario Piña fue postulada para la presidencia municipal de Xalapa por el PRI, con el apoyo absoluto de la señora Sonia Sánchez de Chirinos y su esposo el gobernador Patricio Chirinos Calero, el rival fue Rafael Hernández Villalpando, quien derrotó a Charo Piña, con todo y los millonarios recursos que en ella invirtieron. El problema de la maestra Piña es que, aparte era odiada por los xalapeños ya que como directora casi eterna de Enseñanza Media se ganó a pulso la animadversión de infinidad de paisanos que fueron a buscarla para que les resolviera un problema y la respuesta siempre fue ¡no se puede! Salió de las oficinas de la DGEM con cajas destempladas.
A lo anterior hay que sumar que algunos de los llamados “operadores” priistas encargados de conducir a la maestra al triunfo, como el chiapaneco Jaime Cisneros González, se robaron el dinero que les entregaron para la compra de votos. La leyenda cuenta que Jaimito salió de la secretaría de Gobierno con dos cajas de huevo repletas de cash, de papel moneda, el cual llevó a su domicilio y ahí se quedó, ¿cuántos miles de votos pudo haber comprado el PRI para su candidata?, miles, pero a esas alturas del partido la corrupción comenzaba a verse como parte de la actividad política, como algo normal; pendejo aquel que, teniendo la oportunidad de picarse una lana durante un proceso electoral, no lo hiciera.
Hoy Jaime Cisneros se pasó a apoyar al candidato de la coalición PAN-PRD-MC, Miguel Ángel Yunes Márquez, con la esperanza de que le dieran a manejar recursos porque como el PAN está el gobierno hay y a madres. Después de que Jaime llegó muy joven a Xalapa con una mano atrás y otra adelante, y gracias al PRI logró posiciones importantes en la comuna xalapeña, en el propio partido y hasta un REVOE para fundar una escuelita, lo que le permite llevar una vida de rico, de miembro de la clase adinerada de Xalapa, abandona al PRI y sin mayor pudor brinca al PAN. Eso es ser cínico y ojal.
Reflexión
A nadie debe sorprender que Elías Miguel Moreno Brizuela, político catemaqueño, haya sido designado miembro del equipo de transición de AMLO. El doctor es uno de los mejores aliados y amigo del futuro canciller Marcelo Ebrard Casaubón.
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