Especial

SABOR A MI…

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En la autopista a Cuernavaca, el Ford Falcon (a pesar de que lo presentaban como un auto seguro), no resistió el embate de una vagoneta, que viniendo en sentido contrario y saltar el camellón arbolado, provocó el funesto accidente, donde el compositor Álvaro Carrillo, su esposa y su chofer, fallecieron.

Esto sucedió el jueves santo 3 de abril de 1969, cuando Álvaro y su familia, regresaban a su hogar, después de haber asistido a la ceremonia de la toma de posesión, en Chilpancingo, Guerrero, de Don Caritino Maldonado Pérez, nuevo gobernador del Estado. Los pequeños hijos, Álvaro y Mario, de 7 y 5 años, acompañantes y víctimas de aquella catástrofe, quedaron al desamparo total y absoluto, al lado de los cuerpos inertes de sus padres. ¡Vaya tragedia!.

La noticia corrió como reguero de pólvora; los periódicos se dieron a la tarea de publicar el éxito de nuestro héroe, alcanzado por sus extraordinarias composiciones que ya le daban la vuelta al mundo.

Se encargaron de difundir pasajes de su vida; de su infancia en Cacahuatepec, la costa chica de Oaxaca y de sus estudios secundarios en el (hoy ampliamente conocido) internado de Ayotzinapam, Guerrero. Dieron a conocer, que Álvaro ingresó a la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) en Chapingo, distinguiéndose por ser un apasionado de la música y de la composición, logrando graduarse de Ingeniero Agrónomo en 1945. Ahí dejó como legado su canción ADIOS A CHAPINGO, convertida, en himno de la institución.

En los siguientes días del infortunio, se escucharon en todas las radiodifusoras del país, las más de 300 canciones que Álvaro y sus intérpretes habían grabado. “Sabrá Dios, si tú me quieres o me engañas”; “yo que fui del amor ave de paso, yo que fui mariposa de mil flores”; “yo quiero luz de luna, para mi noche triste”; “se te olvida, que me quieres a pesar de lo que dices”; y aquella inolvidable que hizo famosa Eydie Gorme y los Panchos: “tanta vida yo te di, que por fuerza tienes ya SABOR A MI”.

Amigos, lo dijo Álvaro Carrillo: “…la alegría de todas mis horas, prefiero pasarlas en la intimidad”. ¡NO TOTOL!, cuanta sabiduría de este viejote.

¡Ánimo ingao…!

Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz.

         Ahí les manda el DJ al «lujo de México», y al «trovador solitario» con puras buenas:

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